Se denomina narración al relato de una serie de acontecimientos reales o ficticios. Las narraciones en general sirven como forma de transmitir ideas, experiencias, o meramente como ocio. Pueden estructurarse de distintas formas, con un orden o desorden cronológico. A lo largo de la historia, han existido distintas personas que se dedicaron a la comunicación de narraciones de modo profesional, esto es, como una forma de vida; no obstante, todos hacemos habitualmente una narración de hechos para comunicar nuestras experiencias. La forma de contar una historia ha sido motivo de estudio en algunas disciplinas como la teoría literaria, que busca dar cuenta de los modos en que esta se expresa en manifestaciones como la literatura.
Como queda dicho, una narración es la referencia de una sucesión de hechos que en general son experimentados por personas reales o ficticias. En la antigüedad, existieron hombres que se caracterizaban por narrar una historia para el entretenimiento de un público; este tipo de circunstancia se llevaba a cabo desde la oralidad. Así, podemos hacer referencia a los aedos o los rapsodas de la antigua Grecia, o a los juglares y trovadores de la Edad Media. En estos casos, se intentaba contar una historia mediante el canto, la música e incluso la actuación. Este tipo de personajes servían de entretenimiento a una población que se caracterizaba por ser analfabeta.
Existe una disciplina donde la narración de hechos acaecidos realmente tiene un rol preponderante. Es el caso de la historiografía, que intenta hacer un relato de una sucesión de eventos de un modo ordenado, intentando dar cuenta de causalidades que expliquen los motivos de éstos. En este caso, la narración suele ser casi una situación obligada.
No obstante, el término suele relacionarse principalmente con la tradición letrada. En efecto, la narrativa es uno de los géneros literarios y abarca tanto a las novelas como a los cuentos. En estos casos, la historia es en general una ficción, aunque existen excepciones, como la experiencia de Truman Capote con la denominada “novela no ficcional”; en estos casos, la narración es sobre hechos verdaderos pero se organiza de la misma manera que una novela convencional. Como es sabido, las novelas se distinguen de los cuentos por su extensión, su división en capítulos y partes, y por un trabajo más refinado de los personajes.
Para finalizar, cabe señalarse que una narración es un hecho cotidiano cuando referimos sucesos que nos impactaron a nuestros congéneres. En efecto, es un medio natural por el cual nos valemos para trasmitir experiencias generando empatía.