Los microorganismos son seres vivos invisibles al ojo humano. Pueden ser parte de distintas clases, abarcando hongos, bacterias, algas, etc. Puede decirse que algunos de ellos son los primeros seres vivos en aparecer sobre la faz de la tierra y hay algunas teorías que incluso estipulan el origen de la vida fuera de ésta, con microorganismos provenientes del exterior de la misma. Este tipo de formas de vida en general se componen de una sola célula, aunque también existen organismos con más de una. El conocimiento de los microrganismos se vio impulsado en buena medida por la intención de contrarrestar enfermedades e infecciones.
Los microbios tienen distinta composición estructural. En algunos casos carecen de núcleo celular, esto es, carecen de una protección para su código genético. En general se reproducen asexualmente, aunque por supuesto existen excepciones. Así, por ejemplo las bacterias pueden formar una gran población de un número pequeño, dividiéndose a gran velocidad de modo continuo.
Existe controversia en si los virus deben incorporarse dentro de esta categoría. En efecto, difícilmente puedan considerarse formas de vida como todas las demás. Los virus solo son cadenas de ADN que requieren introducirse en otra célula a efectos de reproducirse. Son incapaces de esta función como también de la posibilidad de nutrirse o crecer.
Algunos microorganismos pueden tolerar circunstancias ambientales extremas. En efecto, existen casos que evidencian una gran tolerancia al calor o al frio. Para ilustrar esta circunstancia, existen datos de bacterias que podrían desarrollarse en planetas como Marte. En efecto, si consideramos la propia historia de la Tierra se comprobará que las condiciones primigenias fueron muy distintas de las actuales. En este ambiente desolador se desarrolló el primer microorganismo y de este primer ejemplar derivó toda la vida que podemos observar en el planeta. Con el paso del tiempo la misma vida existente cambiaría las condiciones ambientales, como por ejemplo a la atmósfera (cuya composición rica en oxígeno se debe a organismos autótrofos).
Para ejemplificar esta gran variedad de microorganismos basta señalar algunas de las características que poseen. Así, existen aquellos que requieren oxígeno para vivir, mientras que para otros este gas es letal; algunos consumen otros organismos, mientras que también existen los que producen su propio alimento; algunos generan oxígeno, mientras que otros generan azufre. Todas estas características dan cuenta de que el mundo que se esconde a nuestros ojos es extremadamente amplio y que todavía queda mucho que investigar al respecto.