Es una estrategia dinámica que se centra en la relación cliente–empresa donde existe una comunicación legible que enriquece a ambas partes para establecer un beneficioso vínculo comercial; este método fue inventado por el profesor y emprendedor norteamericano Steven Blank, a lo que la esencia de su estudio, consistía en lograr posicionar el producto correcto de acuerdo a lo que el mercado requiere, es decir, poner una clara atención a lo que el cliente necesita para poder adaptar la mercancía a esta necesidad. No fue hasta el año 2008 que Eric Ries, alumno de Blank y empresario reconocido, desarrolló la integración de esta metodología mercadológica a todo tipo de proyectos empresariales, con el objetivo de establecerse en mercado y crecer en competitividad.
Con este método se logra incrementar la productividad de una manera singular, utilizando los recursos de forma inteligente y óptima, así como mantener un equilibrio en los gastos ya que la inversión se encuentra totalmente enfocada a la demanda, para ello se utilizan elementos del método científico como las hipótesis y la experimentación, a partir de esto es que los negocios nuevos corren de menores riesgos de éxito y las compañías ya establecidas crecen de manera potencial por las modificaciones que se integran a sus productos y servicios.
Las hipótesis se usan para ir definiendo que es lo que requiere un mercado o muestra clave, se arman supuestos sobre diferentes análisis que intentan determinar lo que este publico necesita, por otro lado la experimentación es ir haciendo los cambios y ajustes pertinentes que se arrojan con los estudios realizados, hasta llegar a una definición del producto final conocido como Startup, el cual es el que será lanzado al mercado total.
Las tres etapas del Lean Startup
Con el paso del tiempo se han generado diafragmas para entender claramente cómo es que funciona dicho sistema, el cual se puede graficar de muchas maneras desde algo similar a los sistema de flujos o bajo algo parecido a lo que acontece en un ciclo, esta segunda forma es una excelente forma de establecerlo ya que todo tiende a reiniciar generando una constante de modificación con respecto a lo que demanda el mercado, no dejar de innovar es la clave de dicho método.
A partir de los planteamientos, validaciones de las hipótesis y mediciones pertinentes, se llegan a conocer los puntos clave de ajuste, que también son conocidos como etapas, las cuales son: Construir (crear) – Medir – Aprender
– Construir. Es la fase inicial donde las ideas que se han establecido se materializan, en este momento se consideran las hipótesis o supuestos a lo que el cliente potencial puede llegar a consumir, surgiendo de ello un producto conocido como mínimo viable, algo parecido a un prototipo o piloto, una prueba con características específicas que tienden a cambiar con respecto se conocen las reacciones del mercado y se van comprobando las hipótesis con respecto a la experimentación.
– Medir. Las mediciones dentro de este método son variadas, siendo herramientas como encuestas o métricas de utilidad la que ayudan a conocer el comportamiento del consumidor una vez que se lanza el producto mínimo viable, en esta etapa se valoriza la realimentación de los clientes, lo que permite ir interpretando sus inquietudes para la iniciar una modificación; dentro de las métricas más reconocidas sobresalen las de retención, saber si usa el producto dos veces, el de referencia, el cual se basa en las recomendaciones a los amigos y familiares, los ingresos, es decir, cuánto paga por el producto y la activación, saber si lo usa una vez que lo compra.
– Aprender. El último paso de todo el proceso, es de aprender, donde gracias a toda la información recabada de las etapas anteriores se comprueban las hipótesis por la experimentación recabada y se reinicia el ciclo para agregar las modificaciones al producto mínimo y sacar al mercado un producto final
En el diafragma se ve la ubicación de las tres etapas:
Las ventajas del método Lean Startup
Este método se ha transformado en una importante referencia para los emprendedores, ya que tiene muchas ventajas
– Disminuir riesgos, al iniciar con una baja inversión, se evitan grandes pérdidas, si el resultado después de terminado el ciclo es positivo, es buen momento de incrementar esta capitalización.
– Si el producto mínimo viable es del gusto de los consumidores, las modificaciones son mínimas, además de que en ese momento ya se aprecian los altos beneficios y rendimiento.
Este proceso elimina gran cantidad de esfuerzos innecesarios, evitando gastar mucho dinero en estudios que no tienen una probabilidad tan acertada como este, no hay que olvidar que se basa en el método científico.