Definición de Menemismo características, y críticas al modelo

Mercedes Roch
Lic. en Historia

En 1989, en un contexto de crisis económica, asumió la presidencia de Argentina el riojano Carlos Saúl Menem. Si bien se había postulado como candidato peronista, al asumir implementó medidas neoliberales que en el corto plazo atacaron a la hiperinflación iniciada durante el gobierno de Alfonsín. El éxito repentino de sus medidas económicas, le valieron la reelección en 1995.

Sin embargo, en su segunda presidencia se pudieron observar los efectos adversos del neoliberalismo en Argentina. Así, al terminar su mandato, el gobierno de Menem dejó una crisis aún mayor marcada por el desempleo, el aumento de la deuda externa y el vaciamiento del Estado.

La fiesta menemista: características de las políticas y medidas ejecutadas

En un contexto de fuerte recesión e hiperinflación, la promesa de campaña del candidato peronista Carlos Saúl Menem fue el salariazo y la revolución productiva. Los resultados electorales arrojaron una cifra contundente: el candidato ganó las elecciones presidenciales con un 48.51% de los votos.

Ante la coyuntura de crisis y la falta de apoyo del sector empresarial, el presidente aún en funciones, Raúl Alfonsín, decidió la entrega del mando anticipado y Menem asumió el 8 de julio de 1989, cinco meses antes de lo previsto. Así, luego de la dictadura y del posterior gobierno radical de Alfonsín, el peronismo volvía a ser gobierno.

Una vez en la presidencia, se tomaron una serie de medidas para detener la hiperinflación que estaban en línea con lo propuesto por el Consenso de Washington, un conjunto de fórmulas diseñadas por los principales entes financieros para hacer frente a la crisis en los países en vías de desarrollo. De esta forma se aplicó la libertad de precios, se desreguló la economía y se privatizaron diversas empresas nacionales. Así, Menem, que había asumido como representante del peronismo, inmediatamente dio lugar a medidas neoliberales que atentaban contra el modelo propuesto por su partido.

Para enero de 1991, el Ministro de Economía Erman González anunció su renuncia y fue reemplazado por quien, hasta entonces, se desempeñaba como Ministro de Relaciones Exteriores: el economista Domingo Cavallo. Al asumir, diseñó un plan de convertibilidad que fue aplicado a partir de 1992. Mediante el mismo, el peso argentino se equiparaba en valor al dólar. Para financiar dicho movimiento, el Banco Central restringió la emisión de billetes.

Este paquete de medidas dio lugar a una estabilidad económica y ausencia de inflación que favoreció el aumento de las inversiones y el ingreso de capitales extranjeros. De esta forma, creció el PIB y aumentó el consumo interno. Asimismo, el gobierno se ganó el apoyo de la CGT que aplaudió las medidas tomadas.

En este contexto, el presidente Menem y el expresidente Alfonsín reunidos en Olivos, llegaron a un acuerdo para reformar la Constitución Nacional en 1994. De esta forma, el presidente se aseguró la reelección, la cual obtuvo en 1995 con el casi 50% de los votos.

Al asumir su segunda presidencia, el consenso social alrededor de la figura del riojano era amplio. No obstante, terminó su mandato en un contexto de crisis, lo cual implicó que en las elecciones de 1999 triunfara nuevamente el radicalismo bajo la figura de Fernando De la Rúa.

Críticas al modelo

En principio, el gobierno de Menem implicó un retroceso en materia de Derechos Humanos ya que se sancionaron una serie de decretos que indultaron a los militares acusados de cometer crímenes de lesa humanidad. Es decir que, cinco años después del Juicio a las Juntas, los condenados recuperaron su libertad.

Por otro lado, se trató de un gobierno fuertemente acusado de corrupción por el que funcionarios, empresarios y burócratas sindicales se enriquecieron en base a negociados. Asimismo, un punto clave de su gobierno fue la reforma de la Corte Suprema para que los integrantes pasaran a ser 9 en vez de 5. De esta forma, el gobierno se aseguraba que los magistrados fallaran en su favor, lo cual fue evidente tanto en el caso del atentado a la Embajada de Israel (1992) como en el caso del atentado a la AMIA (1994), los cuales hasta el día de hoy continúan impunes porque no se avanzó en la investigación en su momento.

Respecto del crecimiento económico que se logró durante el gobierno de Menem, es de destacar que fue en favor del sector agropecuario y de servicios de baja calificación, pero afectó negativamente a la industria local que no podía competir contra los productos importados con escasas barreras arancelarias. Esto se tradujo en una alta tasa de desempleo. De hecho, para finales de su segundo gobierno, los índices de desempleo llegaron al 14%, la pobreza era del 36% y la indigencia del 8,6%.

Asimismo, como la Ley de Convertibilidad requería de un alto ingreso de divisas, se realizó una privatización masiva de empresas nacionales y la deuda externa llegó a 145.000 millones de dólares. De esta forma, el Estado se iba vaciando y los avances en materia económica logrados por el peronismo y el desarrollismo durante el siglo XX eran desmantelados.

Las medidas menemistas terminaron de estallar en el año 2001 con una grave crisis económica marcada por el deterioro del salario real, un alto grado de desocupación y flexibilización laboral, y la concentración de ingresos en pocas manos.


Autora

Escrito por Mercedes Roch para la Edición #106 de Enciclopedia Asigna, en 11/2021. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).