La música es una manifestación cultural que resulta muy estimulante para muchas personas. Comprende a aquél que siente una intensa pasión por la música, de manera tal que quien lo padece se lo considera un melómano. La idea de melomanía expresa el entusiasmo y apasionamiento por la música en general.
El término melomanía fue acuñado en el siglo XVlll por el músico y dramaturgo francés PIerre-Augustin Caron. El término combina dos palabras griegas: mélos que quiere decir canción y manía que significa entusiasmo, pasión o locura.
El melómano tiene dosis de fanatismo
Imaginemos a un individuo que siente la música con auténtica devoción. Su afición no se limita a escuchar un tipo de música de vez en cuando, sino que se podría decir que vive por y para la música. Este tipo de sentimiento intenso no es ninguna patología o trastorno psicológico, pero sí tiene un componente de fanatismo.
El melómano suele tener grandes conocimientos sobre todo lo relacionado con la música, como su historia o las distintas tendencias y corrientes. El melómano siente la necesidad irrefrenable por disfrutar de una actuación y es capaz de gastar cualquier cantidad de dinero para ello.
A diferencia de otras manías, como la cleptomanía (la afición por robar) o la mitomanía (la afición por las mentiras), la melomanía no tiene ningún componente peligroso o dañino. De hecho, el término melomanía o melómano es utilizado generalmente como un halago hacia alguien.
Otros términos relacionados con las pasiones humanas de tipo cultural
Un bibliófilo es alguien con una afición desmedida por los libros. A estas personas les gusta coleccionar libros raros, manuscritos o incunables.
El frikismo es la afición intensa por cosas extravagantes o minoritarias. El geek o el nerd son frikis de la informática y de los videojuegos. Un trekkie es un friki de la saga de películas Star Trek.
El coleccionismo de monedas es conocido como numismática y el coleccionismo de sellos recibe el nombre de filatelia.
Algunas aficiones son menos conocidas, como la glucofilia o coleccionismo por los envoltorios de azúcar o la notafilia o coleccionismo de billetes. Las personas aficionadas a los objetos militares practican la militaria y la afición por los materiales impresos distintos a los libros tradicionales es conocida con el término ephemera.
La pasión intensa por la cultura en alguna de sus formas tiene una dimensión adictiva, pero se trata de una adicción que no perjudica a nadie y que tiene un componente enriquecedor.
Imagen: Fotolia. olly