Ley conocida de esta forma por el nombre de su creador Jean Baptiste Say, economista francés del siglo VIII, aportando dicha definición a la función del mercado para evitar posibles crisis. Durante la época de este personaje se vivía una situación de desequilibrios con respecto al mercado, la ley establece que la oferta crea su propia demanda, es decir que a a una cantidad de oferta existe la misma cantidad de demanda, siendo esta relación la clave para evitar escenarios negativos; la oferta crea su propia demanda, a esta ley también se lo conoce como la ley de mercados, otro factor a considerar en dicha ley es el tiempo, dicha teoría afirma que todo desajuste en el mercado solo es temporal y a corto plazo.
Esta ley también considera un factor determinante para el crecimiento económico la producción, estableciendo una premisa, donde un producto terminado es factible de venta, al momento de salir al mercado genera su demanda propia, donde el precio de esta es un poco irrelevante porque que en primer lugar están las necesidades de cada persona, en esta situación de mercado si o si un producto se debe vender, para el siempre existirá un comprador a pesar de tener un alto precio; dicha teoría se sigue utilizando en muchos fenómenos económicos, en especial los que afectan a la producción, en teoría el proceso de producción no debe estar en niveles económicos, en especial considerando que toda oferta crea su demanda; muchos años después a esta ley, se comprobó que también cada demanda establece una oferta, donde intervienen muchos otros elementos y variables que aporta al equilibrio del mercado, dos importantes es el dinero y el otro la interacción del gobierno ante situaciones de crisis, esta crítica a la ley de Say fue hecha por el economista británico Maynard Keynes.
Demanda e ingresos en la ley de Say
Los ingresos que se obtienen de la venta de los productos se utilizan para volver a producir (inversión) y para adquirir otros bienes, ante este supuesto es que siempre existirá una demanda, aun cuando el dinero se utilice para ahorrar, donde existe un ciclo que genera la óptima circulación del dinero, con ello evitando la existencia de una sobreproducción o un posible fenómeno de falta de recursos, es decir que bajo esta funcionalidad en el mercado sería imposible la existencia de una crisis, lo cual en la actualidad pudiera afirmarse.
Las naciones entran en crisis en el momento en el que su productividad decae, esto se da por muchas causas, falta de inversión, bloqueos económicos, balanza de pagos desequilibrada, por mencionar algunas contemporáneas, ante estas situaciones se disminuye o se llega a detener el proceso de producción se genera una alta en la demanda, causando un problema grave de abastecimiento ante ciertos productos, sin embargo, se acuden a los productos sustitutos, de los cuales ya existe una oferta, en este momento se inicia una demanda de ellos, siempre la demanda se está moviendo con respecto a lo que el mercado ofrece, todo lo que produce está predestinado a ser consumido.
Eficiencia marginal del capital y la demanda del dinero
Con el paso del tiempo, han surgido críticas a los pensamientos económicos clásicos, en el caso de Say, Keynes genero un agregado importante que no deniega lo acontecido por dicha ley, solo la reestructura ante la importancia de un factor determinante en el mercado, el dinero, este tiene un importante peso, inclusive hay una demanda de dinero dentro de un mercado especializado, siento este un producto que genera un rendimiento por su venta; se da toda una transformación a la utilidad del dinero como simple medio de intercambio a un factor con valor independiente que mueve las motivaciones de los consumidores para obtenerlo por distintos medios, con esto establecido se analiza al tiempo en el que se obtiene el dinero como parte dela estructura del mercado. Además se afirma que no existen desajustes temporales, existe una constante incertidumbre con respecto a la variación correlacionada entre las variables, todo regido por esta motivación de buscar riqueza.
En su estudio, Keynes define la liquidez del dinero bajo un conjunto de motivaciones, de transacción, de precaución, para negocios, como gasto para consumir, especular y ahorrar, todo bajo un ciclo económico donde indudablemente surgirá una crisis de mercado, la cual se establece por la elasticidad de la demanda.