Si uno conoce tanto de fotografía como de cine (o cualquiera de ellas) sabe lo difícil que es lograr con luz natural una buena calidad de imagen debido a que la luz se desaparece rápidamente y puede fácilmente hacer variar el producto final si no es realizado a tiempo. En este aspecto aparece un concepto muy interesante en el mundo de la imagen que es el de la hora mágica. A continuación, explicamos y analizamos su contenido.
Primera aproximación al concepto de hora mágica
La práctica de la imagen fotográfica o de la imagen cinematográfica pone al autor de frente a la imposibilidad de contar con luz natural en todo momento. Sin embargo, hay un momento del día, que es aquel que ocurre en el momento del atardecer (que dura muy poco) en el cual la filmación gana una riqueza de colores y de iluminación que no se logra en ningún otro momento del día. Esto se conoce como hora mágica y es especialmente visible en espacios abiertos donde se puede aprovechar la inmensidad de la belleza natural. Como el período del día que corresponde al atardecer nos brinda visualmente un número muy variado y maravilloso de coloraturas en el cielo que van desde el celeste, el naranja, el amarillo, el rojo hasta el azul más oscuro en el que luego permanece la noche, es muy interesante observar que una misma imagen puede brindar muchas variantes increíbles.
La utilidad de la hora mágica en el cine
Cuando hablamos del efecto que la hora mágica produce en las cintas cinematográficas, debemos señalar que la misma otorga a la fotografía de una película diferentes elementos que generan sensaciones particulares en el espectador, como por ejemplo melancolía, tristeza, nostalgia y muchos otros que se vinculan con la sensación de cierre del día o de soledad frente a la inmensidad de la naturaleza.
Es por esa razón que la hora mágica se convierte, tal como lo dice su nombre, en un recurso muy importante y enriquecedor para el arte de una película. Si uno analiza aquellos productos en los que esté presente, observará que el momento de la historia en el que aparezca será de profundidad, detenimiento, silencio y observación de lo que a los personajes los rodea. La temperatura del color de la imagen tiende a volverse más fría que la de cualquier otro momento del día con luz y eso le otorga un efecto de mayor belleza y complejidad.
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