La jurisprudencia refiere a los diversos modos que tuvo la ley al ser aplicada a hechos concretos de la experiencia. En este sentido, remite al conjunto de sentencias emitidas en un ordenamiento jurídico determinado y que sientan un precedente a la hora de evaluar casos de aplicación futura. Es por ello que suele considerársela una de las fuentes del derecho, en la medida en que determina el modo en que actuará el poder judicial en el futuro. Es importante señalar en este aspecto, que si bien la jurisprudencia es un factor común en distintos sistemas legales, cada uno le endilga un rol distinto.
Existe un determinado desfasaje entre una determinada norma y los distintos casos en los que puede aplicarse. En efecto, es difícil, por no decir imposible, dar cuenta de todas las posibilidades existentes en un conjunto limitado de leyes. La jurisprudencia da cuenta de la manera en que diversos fallos fueron haciendo una aplicación concreta de una norma a diversas instancias acaecidas en momentos distintos. En este sentido, comienza a generarse una forma de interpretación común en donde cada nuevo fallo deberá remitir a fallos anteriores y en donde se podrá predecir en buena medida que forma de interpretación se utilizará en el futuro.
Cuando se hace alusión a la jurisprudencia como fuente de derecho, se quiere decir la jurisprudencia debe entenderse en sí misma como un escenario de nueva creación de reglas. En efecto, si consideramos que existen modos de interpretar el sentido de las leyes y modos de aplicar las mismas, modos que tenderán a replicarse en el futuro en función de experiencias pasadas, podemos concluir que la jurisprudencia implica la generación de reglas nuevas y de regularidades. No obstante, cabe señalarse que no en todos los sistemas la jurisprudencia es considerada de esta manera; en estos casos se considera que no son los tribunales de justicia los encargados de generar las normas a las que se somete una sociedad.
Independientemente de la postura que se tome, es evidente que son los tribunales de justicia, y en particular los jueces, los encargados de aplicar las normas y hacer que las mismas se adapten a la pluralidad de circunstancias que evidencia la sociedad. Esta adaptación necesariamente deberá tener en cuenta además los diversos agujeros que cada legislación tiene, agujeros que implicarán necesariamente un limbo legal que requerirá clarificaciones. Todas las valoraciones que surjan de los fallos tenderán a armonizar la legislación vigente de un país.