A la hora de conocer una lengua es necesario conocer su sintaxis, vocabulario, reglas de ortografía, conjugaciones verbales y toda una serie de aspectos gramaticales. Una lengua es una entidad cambiante y uno de las singularidades son las jergas.
La jerga es una forma particular de hablar un idioma. Hay colectivos profesionales ( médicos, abogados o deportistas ) que utilizan una terminología específica. En cuanto a las reglas, manejan las mismas que el resto de hablantes, pero tienen un vocabulario con bastantes diferencias. Es un vocabulario muy especializado y técnico, con palabras y expresiones que en otros contextos no se entenderían correctamente. En el caso del fútbol los periodistas deportivos tienen una jerga que solamente tiene significado dentro de este deporte. Dicen hat trick para mencionar que se han marcado tres goles, tridente para citar a los tres delanteros de un equipo y máximo castigo es un penalti.
La jerga también la utilizan otros colectivos, especialmente los jóvenes, que juegan con el idioma e inventan expresiones graciosas. Es muy habitual que este estilo de comunicación pase de moda con el tiempo, por lo que las jergas de otras épocas no se entienden en la actualidad.
Otro de los ámbitos donde hay un uso de jergas es en la delincuencia. En las cárceles o entre los grupos mafiosos se crea un vocabulario propio. La finalidad es evidente: que el resto de la población no les entienda con facilidad y, al mismo tiempo, es una forma de identificar a las personas que pertenecen a esos colectivos.
En todos los idiomas hay jergas porque hay una gran variedad de grupos sociales y cada uno va creando sus formas de expresión. En algunas ciudades o barrios sus habitantes tienen sus modismos particulares. Es el caso de algunas zonas de Madrid, donde se habla el cheli. Lo utilizan especialmente los jóvenes, en el ambiente festivo y nocturno, expresando una actitud contestataria. Algunas palabras del cheli han sido recogidas por el diccionario oficial de la lengua española ( DRAE ) y ya se utilizan generalizadamente por la población.
Los sociólogos y los lingüistas también se interesan por las jergas, ya que su conocimiento sirve para acercarse a una cultura y para comprender el lenguaje desde una perspectiva vital y no teórica.