Se denomina huracán a un desplazamiento de corrientes de aire de intensidad alta ocasionado por bajas presiones, y un proceso de evaporación en el mar. En los huracanes ocurre un fenómeno en el que los vientos circulan bajo la forma de un remolino sobre un punto denominado ojo en donde la presión atmosférica ha descendido considerablemente. En este no es posible distinguir ningún tipo de manifestación del huracán, y si una persona permaneciese en él solo experimentaría la calma de los elementos hasta que el ojo se desplazase. Los huracanes pueden ocasionar serios destrozos en viviendas y edificios públicos y hasta poner en peligro la vida de la gente. Algunas manifestaciones de los últimos años han sido ocasión de pérdidas económicas significativas, dejando zonas que fueron consideradas de desastre. Afortunadamente, los servicios meteorológicos de la mayoría de os países afectados con regularidad por huracanes tienen sistemas de control que posibilitan hacer una detección temprana de este tipo de fenómenos.
Un huracán es un fenómeno que se produce en regiones tropicales o subtropicales sobre el océano. Este produce que se aglutinen en torno al ojo un conjunto de tormentas girando ya sea como las agujas del reloj, ya sea en contra, circunstancia que depende del hemisferio en donde el proceso se presente. El proceso de formación comienza por la evaporación que se produce en el mar, típico de zonas de calor. Así, en el mar, el huracán va cobrando fuerza y comienza a desplazarse; cuando llega a la tierra, va perdiendo paulatinamente esta fuerza inicial, hasta disiparse totalmente.
Los huracanes tienen distintas áreas de influencia, pero se han hecho especialmente conocidos por los efectos que han tenido en la cuenca del Atlántico. En efecto, es allí en donde la atención de los medios en general se centra, por ser un área de población relativamente alta. En estos casos, suele alertarse a la población para que utilice los medios de precaución que considere necesarios. La mayoría de las veces, los efectos del huracán son neutralizados rápidamente al llegar a tierra, pero en otras, cuando este ha tomado mucha velocidad en el mar, las pérdidas económicas y de vidas humanas pueden ser considerables. En el mejor de los casos, luego de una alerta, el huracán se desvanece en el mismo mar, como consecuencia de un enfriamiento del área por circunstancias climáticas. En efecto, el huracán se nutre de la evaporación que se genera en el mar, y para esta circunstancia se necesita calor.