Un tifón es un fenómeno meteorológico consistente en fuertes lluvias y vientos que se originan en el mar, en particular en zonas del Océano Pacífico. Los tifones pueden ser en ocasiones harto negativos para la economía humana; en efecto, cuando se abaten sobre costas pueden causar numerosos destrozos que traen aparejadas pérdidas económicas y hasta la posibilidad de pérdida de vidas humanas. Este tipo de proceso se repite en otras zonas del globo terrestre recibiendo otro nombre; así, por ejemplo, a la misma experiencia suscitada en el Océano Atlántico se la suele llamar huracán, experiencia que suele tener cobertura de los medios de comunicación cuando afecta las costas de Estados Unidos. Como curiosidad, cabe señalar que el término tifón deriva del nombre de una deidad griega que desde la perspectiva mitológica había mantenido una contienda con el mismo Zeus.
Los tifones comienzan su desarrollo en el mar, en zonas en donde la temperatura es considerable y la presión muy baja. Es importante comprender que las zonas de baja presión atraen vientos de todas partes; en efecto, la atmosfera del planeta es un sistema que tiende al equilibrio, atrayendo masas de aire de donde hay altas presiones hacia donde hay bajas. Cuando la atracción se realiza sobre un mar en donde la temperatura es alta, dichas masas de aire se mezclan con el vapor que asciende lentamente. Como es sabido, los vientos giran en torno al centro de baja presión y la visión que puede tenerse de un tifón es la de un remolino o espiral de nubes que giran sobre un punto denominado ojo; dicho punto se mueve a su vez en el espacio, circunstancia que puede guiarlo hacia el continente. Cuando un tifón se adentra en tierra firme, el mismo va perdiendo intensidad de modo paulatino, hecho que tiene como consecuencia que serán siempre las zonas costeras las más afectadas.
A medida que el tiempo ha transcurrido, los gobiernos han desarrollado distintas herramientas para evitar que la influencia de los tifones sea excesivamente negativa. En efecto, en algunos países inclusos se ensayaron formas de eliminación artificial como modo de protección de la población. No obstante, son muchas las ocasiones en las que los tifones siguen generando problemas cuando tocan áreas densamente pobladas. Dado este punto, es de esperarse que en el futuro existan elementos de mayor precisión para alertar sobre la formación y trayectoria de tifones como asimismo para paliar las consecuencias negativas de su incursión en zonas económicamente activas.