Como ocurrió en toda América luego de la independencia contra las potencias europeas que habían dominado el continente por más de 3 siglos, la delimitación territorial de la actual zona de Paraguay y Bolivia no fue fácil y llevó a ambos gobiernos a entrar en una de las guerras más duras e importantes de la región en el siglo XX.
La Guerra del Chaco enfrentó y movilizó a un gran número de soldados y significó un enfrentamiento muy duro en el que se demostró la costosa e inestable situación entre los países herederos de la independencia.
Los antecedentes y los comienzos de una guerra sin cuartel
Para comprender mejor lo que fue la Guerra del Chaco debemos situarnos temporal y físicamente. Este conflicto armado ocurrió entre los años 1932 y 1935 en la región que hoy en día ocupa los países de Bolivia, Paraguay, parte del norte argentino y Brasil. Esta región se conoce como Chaco Boreal y posee una gran extensión de llanura donde las elevaciones son pocas y donde los recursos agrícolas son muy ricos. Con temperaturas muy altas y un bioma semitropical, la región fue disputada por los dos países mencionados por sus riquezas naturales.
Si bien no podemos hablar de una causa definida, las disputas por los territorios ocupados o por ocupar fue una constante de los nuevos Estados surgidos luego de la independencia y esta fue la última guerra en Latinoamérica que sirvió para resolver este tipo de enfrentamientos. La región comenzó a ser la única posibilidad para el Estado boliviano de conseguir salida al mar luego de perder la misma a partir de enfrentamientos previos. A través del río Paraguay, se podía llegar a establecer una salida que le asegurara a Bolivia una condición que es considerada internacionalmente un derecho.
Los resultados de una guerra igual de dolorosa para ambos bandos
Teniendo en cuenta que hace relativamente poco tiempo Paraguay había enfrentado una de las guerras más duras contra su población, que se vio en aquel entonces -fines del siglo XIX- diezmada, es comprensible pensar que este país resultara vencido. Sin embargo la valentía de sus hombres pudo servir incluso más que el número que los mismos representaban y así la cantidad de muertes fue mucho más alta del lado boliviano.
Las batallas fueron numerosas y extremadamente duras y ambos bandos vieron avances y retrocesos a lo largo de los años que duró la guerra. Lentamente el ejército paraguayo fue ganando posición y con fuerza y poder venció a Bolivia, firmándose el tratado de paz en 1938 y estableciéndose a partir de entonces límites claros que se han mantenido hasta la actualidad.