Los guaraníes son un grupo de habitantes originarios de América del Sur. Si bien sus inicios datan del siglo V en las zonas tropicales del Alto Paraná, para el siglo XII ya habían ocupado gran parte del territorio circundante, abarcando las zonas de lo que actualmente constituyen la mesopotamia de Argentina, el suroeste de Brasil, el sureste de Bolivia y Paraguay.
Desde antaño, su principal fuente de alimentos fue la caza, la pesca y la agricultura, utilizando un sistema de colaboración productiva basada en la reciprocidad mediante los lazos de parentesco. En la actualidad, hay alrededor de 200.000 personas que se consideran a sí mismas guaraníes.
Colonialismo: la cultura Guaraní a merced de los españoles y el cristianismo
En el período anterior a la conquista, los guaraníes se expandieron por un extenso territorio que llegaba hasta el Delta del Paraná. Fueron los primeros en entrar en contacto con los europeos que arribaron a la región en 1536, al mando del conquistador Pedro de Mendoza, y con los exploradores que avanzaron posteriormente por la zona.
Es de destacar que a partir del siglo XVI los españoles se fueron instalando en las regiones habitadas por los grupos guaraníes y el mestizaje fue fuerte. La razón de ello estuvo dada por el hecho de que la formación de alianzas entre ambos grupos se estableció mediante el matrimonio de hombres españoles con mujeres guaraníes. Esto permitía mantener relaciones amigables.
Respecto de la relación de la Corona con los pueblos originarios, la misma fue fluctuante. Si bien en un principio no fueron reconocidos como humanos, la bula del papa Pablo III (1537) estableció que los indígenas eran personas con capacidades cristianas y que, por lo tanto, se los debía educar en la fe católica. Los propios guaraníes fueron parte de este proceso ya que, a principios del siglo XVII, en las zonas que habitaban se instalaron las misiones jesuíticas.
Por un lado, los jesuitas buscaban expandir el cristianismo entre las comunidades y educarlos en la “civilización”. Por otro lado, los guaraníes asistían a las reducciones creadas por los jesuitas ya que esto les permitía escapar de ser mano de obra de los colonizadores. En otras palabras, los guaraníes que no estaban en las misiones eran capturados por los encomenderos españoles, que los convertían en servicio personal, o por los bandeirantes portugueses, que los sometían directamente a la esclavitud. Es de destacar que hubo grupos guaraníes que se mantuvieron alejados tanto del sistema económico colonial como de las misiones refugiándose en la selva.
Con el ascenso de los Borbones en España, desde mediados del siglo XVIII se llevaron a cabo una serie de cambios administrativos con el objetivo de controlar mejor el territorio colonial y obtener más ganancias. Una de esas reformas implicó la expulsión de los jesuitas del territorio americano. Así, poco a poco, las misiones fueron desapareciendo.
Actualidad de los pueblos guaraníes
En el siglo XIX se dio el proceso de conformación de los Estadios Nacionales en Sudamérica. El mismo afectó a las comunidades guaraníes de diversas formas. Por un lado, se establecieron fronteras nacionales que separaron a grupos que formaban parte de una misma identidad étnica. Por otro lado, como sus tierras fueron arrebatadas para la agricultura y la ganadería de exportación, se redujo el territorio que habitaban. Parte del mismo procedimiento fue su incorporación en el mercado de trabajo como mano de obra económica.
A partir de los años 80, las comunidades guaraníes comenzaron a organizarse para reivindicar su derecho a poseer las tierras que se les habían quitado. Hoy en día continúan en lucha puesto que siguen viviendo en parcelas de tierras reducidas. No obstante, la situación es poco esperanzadora para los guaraníes ya que el ascenso de la explotación forestal en la región y de los monocultivos, como la soja y la caña de azúcar, hacen del territorio un espacio económicamente rentable para el mercado internacional.
El problema de la falta de tierras es muy grave para las comunidades, ya que es su principal fuente de alimentos. En este sentido, los índices de desnutrición son altos. Asimismo, las precarias condiciones sanitarias generan la muerte por enfermedades como la tuberculosis. Así, si bien en la actualidad hay alrededor de 200.000 personas que se consideran guaraníes, se trata de una población que va en descenso.
Autora
Escrito por Mercedes Roch para la Edición #107 de Enciclopedia Asigna, en 01/2022. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).