Definición
La Gran Depresión, que tuvo lugar a nivel mundial en la década de 1930, fue una de las crisis económicas más devastadoras de la historia. Sus efectos se sintieron en todo el mundo y tuvieron un gran impacto, generando desempleo masivo, pobreza, caída del comercio internacional y agitación social. En el largo plazo, la Gran Depresión dejó una huella duradera, ya que, para evitar la repetición de un colapso semejante, se implementaron políticas y regulaciones en base a una mayor conciencia sobre la importancia de la estabilidad económica, sentando las bases para la creación de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Contexto Histórico
Luego de la Primera Guerra Mundial, se vivió un período de optimismo y crecimiento económico a nivel global. Así, la década del 1920 pasó a ser conocida como los «felices años veinte» debido a la prosperidad que experimentaba la población en gran parte del mundo.
En el caso particular de Estados Unidos, durante este periodo la economía se expandió rápidamente producto de diversos factores, como la innovación tecnológica, la industrialización en masa, el aumento del consumo y la especulación financiera en el mercado de valores.
Sin embargo, esta aparente prosperidad ocultaba problemas subyacentes y desequilibrios en la economía. Así, el 29 de octubre de 1929, conocido como el «Martes Negro», la Bolsa de Valores de Nueva York experimentó un colapso masivo, lo que desencadenó una serie de eventos que marcarían el inicio de la Gran Depresión.
Causas
La Gran Depresión fue causada por una multiplicidad de factores económicos, financieros y políticos que se acumularon durante la década de 1920 y finalmente condujeron a una crisis económica global en la década de 1930.
En primer lugar, durante los años veinte, se produjo un auge especulativo en el mercado de valores que llevó a una sobrevaloración de las acciones. De esta forma, a medida que los inversores se endeudaban para comprar más acciones, la burbuja financiera se fue haciendo insostenible.
Por otro lado, durante los años veinte, las empresas impulsadas por la fe en un crecimiento económico continuo, aumentaron la fabricación de bienes a un ritmo acelerado. Sin embargo, la saturación del mercado con productos junto con la acumulación de deudas por parte de los consumidores generó una disminución de la demanda que condujo a una crisis de sobreproducción.
A ello se sumo el hecho de que el sistema bancario se encontraba débilmente regulado y sujeto a prácticas arriesgadas como el otorgamiento de préstamos excesivos. Así, el pánico se apoderó de los depositantes en el momento en que los bancos comenzaron a fallar, provocando corridas bancarias y el cierre masivo de instituciones financieras.
Finalmente, en respuesta a la crisis, muchos países adoptaron medidas proteccionistas, como la imposición de aranceles y barreras comerciales, que redujeron el comercio internacional y agravaron aún más la contracción económica global al limitar las oportunidades de exportación e importación.
Consecuencias
La Gran Depresión tuvo una serie de consecuencias devastadoras tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Algunas de ellas fueron:
• Desempleo masivo: al cerrar las fábricas y, ante la pérdida de tierras por parte de los agricultores, los trabajadores sufrieron la falta de oportunidades laborales. De esta forma, la tasa de desempleo alcanzó niveles sin precedentes, superando el 25% en algunos países.
• Pobreza y desigualdad: los más afectados por la Gran Depresión fueron los sectores populares ya que la crisis condujo a la pérdida de ahorros y a la falta de acceso a servicios básicos.
• Crisis agrícola: la caída de los precios agrícolas, combinada con las dificultades climáticas en algunas regiones, provocaron la pérdida de cosechas y la ruina de los agricultores.
• Crisis financiera y bancaria: a raíz de la crisis, una gran cantidad de bancos colapsaron, provocando la pérdida de ahorros de millones de personas. Asimismo, la falta de confianza en el sistema bancario llevó a la contracción del crédito.
• Cambios políticos y sociales: las dificultades económicas generaron tensión en la sociedad, dando origen a movimientos radicales en diferentes partes del mundo. En ese contexto, los gobiernos se vieron presionados para tomar medidas con el objetivo de aliviar el sufrimiento de la población. Así, en varios países se instaló el modelo keynesiano del Estado de Bienestar.