Tradicionalmente el conjunto del saber se ha divido en dos grandes apartados, ciencias y letras. Esta clasificación puede presentar otras denominaciones: ciencias y humanidades o ciencias naturales y ciencias sociales. Al margen de la cuestión clasificatoria, las ciencias o estudios sociales son aquellas disciplinas en las que se estudia algún aspecto relacionado con la dimensión social del ser humano.
El panorama general de los estudios sociales
La sociología es, probablemente, la ciencia social por excelencia. Surgió en el siglo XlX como un intento de explicar las dinámicas colectivas, es decir, el trabajo, las clases y los conflictos sociales o el progreso de la humanidad.
La historia es la ciencia que estudia los acontecimientos del pasado y una de sus áreas específica es la historia social, en la que los especialistas abordan cuestiones ideológicas y culturales desde una perspectiva histórica.
La psicología es una ciencia que estudia el comportamiento humano, el cual puede entenderse desde un enfoque global a través de la psicología social
Así, en esta disciplina se analizan los sentimientos colectivos, los comportamientos de masas o las normas que rigen la cultura.
El trabajo social es igualmente otra de las áreas propias de los estudios sociales. Un trabajador social aborda cuestiones sobre los servicios sociales de la administración, prestaciones del estado del bienestar y los métodos de investigación orientados al conjunto de la población.
El concepto de estudios sociales incluye también al conjunto de disciplinas humanísticas, tales como la filosofía, la ética, la antropología, la política, los estudios de arte o los estudios clásicos.
El debate sobre los estudios sociales
En las últimas décadas los estudios sociales no encajan bien con la realidad científica y tecnológica. Las distintas ciencias sociales son percibidas como si fueran una saber inútil y escasamente práctico. Se puede afirmar que hay un descrédito generalizado de todas aquellas áreas que no sean científicas y tecnológicas.
En contra de esta visión algunos analistas reivindican la utilidad de las humanidades. En este sentido, sería un error dividir el saber entre el mundo científico y el mundo humanístico, pues ambos son complementarios. Detrás de una máquina de alta precisión hay ideas y valores humanos y el olvidar este hecho significa ignorar que las ideas y las pasiones son el auténtico motor de la humanidad.
Un ejemplo de interacción entre lo tecnológico y lo social se encuentra en el mundo de la empresa. Una compañía de tamaño medio o grande tiene un departamento de recursos humanos en el cual se organiza la estructura de la empresa a partir de la dimensión humana de cada uno de sus trabajadores.