Un ecosistema está formado por los seres vivos que habitan en un medio y una serie de elementos que no están vivos pero actúan directamente sobre dicho medio. En la terminología especializada se habla de elementos bióticos ( plantas, animales y microorganismos ) y abióticos ( luz, temperatura, humedad y otros ). Lo biótico y lo abiótico interactúan de de tal manera que conforman un tipo de ecosistema u otro.
Hay dos tipos de ecosistemas, el terrestre y el acuático. Como su nombre indica, el ecosistema acuático es todo aquel que se desarrolla en un lugar con agua ( ríos, lagos, pantanos, mares u océanos ). Los animales y plantas que habitan estos lugares están adaptados a las condiciones del agua y a las condiciones que la naturaleza ha ido creando a través del proceso de selección natural de las especies.
La actividad humana también interviene en el medio acuático, por lo que los ecosistemas se ven alterados por la acción industrial o los medios de transporte marítimo ( especialmente por el combustible que se emplea ).
El medio acuático es esencial en el equilibrio global del planeta. De hecho, dos tercios de la Tierra están cubiertos de agua. Una manera de clasificar los ecosistemas acuáticos es mediante la profundidad del agua. Donde hay una gran profundidad los seres vivos no reciben la luz solar, por lo que deben alimentarse de los depósitos que se acumulan en el fondo marino ( esta capa profunda recibe el nombre de bentos ). Otro de los niveles es el de las aguas libres ( este ecosistema se denomina necton ). Los seres vivos que habitan flotando en el agua conforman otro tipo de ecosistema, el plancton. Además de la profundidad como factor diferenciador de los ecosistemas, éstos pueden dividirse en función del tipo de agua ( las aguas salinas se encuentran en los mares y océanos y las dulces en los ríos y lagos ).
Cualquiera que sea la clasificación de los ecosistemas acuáticos, todos ellos tienen amenazas que atentan contra su equilibrio. El principal peligro de los ecosistemas acuáticos se encuentra en la actualidad en el cambio climático del planeta. El efecto invernadero y el cambio global del clima ya tiene efectos negativos en el medio acuático.
Ningún ecosistema ( ni terrestre, ni acuático ) se encuentra al margen del impacto que provoca la acción humana. Por este motivo, los ecólogos alertan sobre las consecuencias del consumo y la industria en el mantenimiento de los ecosistemas del planeta.