La economía a escala es un fenómeno de bienestar para las empresas, representando un nivel de producción óptimo y en crecimiento, con altas ganancias y bajos costos, escenario que está influenciado por ciertas variables, por ejemplo, el precio de las materias primas pueden disminuir, permitiendo producir más a un menor valor (o al mismo nivel, para enfilar el ahorro generado a otros rubros en la inversión); posibilitando comprar mayor materia para transformar, se obtiene un beneficio por cada unidad extra que se produce, por lo que se consideran mediciones de costos marginales.
Escala pautada por variables internas y externas
Una forma de disminuir costos para encaminar hacia este ecosistema, es a través de la especialización, lo cual equivale al agregado de la tecnología para producir a mayor escala. Esta inversión o gestión es generada por la propia empresa, por lo que se lo conoce como economía a escala interna.
El fenómeno no solo se conoce por causas internas, que en la empresa o sector productivo se desarrollan a partir de la planeación, sino también se da por situaciones externas, por ejemplo, un subsidio por parte del gobierno, o una causa que genere un ambiente positivo en el sector determinado del producto o servicio en cuestión. Estas acciones suelen traducirse en una alta competitividad.
Muchas veces la tecnología que se lanza al mercado es el factor determinante para este beneficio; un ejemplo de ello se observa en los nuevos aparatos telefónicos, cada día surgen nuevos factores que disminuyen los costos en los chips, lo cual lo aprovechan las industrias que se dedican a este sector, para ampliar la producción con esta nueva-barata tecnología.
Costos y límites en las economías a escala
Para delimitar una economía a escala, es necesario conocer el coste marginal, entendiéndose como el costo o incremento al costo total que surge de producir una unidad adicional de determinado producto, determinado como el costo de la última unidad producida, por lo que tiene una amplia variación que suele ser esencial para las ganancias. Esto se puede representar gráficamente para entender la movilidad entre la cantidad producida y el costo marginal, dando como resultado una zona donde se considera una economía a escala y otra donde se clasifica una economía a desescala.
La zona de la economía a desescala se reconoce como el aumento en los costos conforme se aumenta la producción, en oposición a la zona en la economía a escala, en donde los costos bajan conforme se aumenta la producción, existiendo entre estas dos regiones un límite, el cual debe ser analizado y estimado a partir de los fenómenos o implementación en los tipos de economías a escala, comprendiendo la interna y externa que fueran explicadas en las líneas arriba. La economía en desescala tiene numerosos orígenes, uno de los más recurrentes es la falta de comunicación y mala planeación, por lo tanto para evitar llegar a este punto se necesita eficiencia y buena administración.
Rendimiento y beneficios
La reducción de costos se refleja de manera inmediata en el mercado y los precios, generando no solo un beneficio en las empresas sino también para el consumidor, ya que bajan los precios a partir de aumentar la oferta. En este marco, se debe considerar analizar constantemente el movimiento de la oferta-demanda para evitar un desequilibrio que tenga causas negativas sobre el escenario positivo, por ello hay que acompañar y medir la situación de economía a escala en periodos de tiempo, no obstante, tiende a mantenerse durante un mediano o largo plazo.
Otro importante beneficio que se da en este marco es el aumento a la inversión. La eficacia en la producción genera confianza en los inversores, tanto internos como externos; también, cuando se trata de un producto nacional se incrementa el posicionamiento en la competencia internacional, creando una balanza comercial provechosa.
Este buen escenario siempre es buscado no solo en niveles microeconómicos, sino también macroeconómicos, resultando de vital relevancia. El estado busca la estabilidad en la producción para que se vea el reflejo de crecimiento en el producto interno bruto, en los niveles de inversión, de empleo y los salarios.