Definición
Hipólito Yrigoyen asumió su segunda presidencia en 1928 e inmediatamente se enfrentaron dos realidades opuestas: por un lado, el presidente contaba con un amplio apoyo popular ya que había ganado las elecciones con un 57,4% de los votos; por otro lado, la prensa vaticinaba un futuro oscuro para el país e, incluso desde el primer día de su mandato, los periódicos atacaron a la figura del presidente radical.
El rol de la prensa fue fundamental para favorecer las condiciones necesarias para un golpe de Estado que finalmente ocurrió en 1930. Entonces, cabría preguntarse cómo fue que Yrigoyen no estuvo alerta ante esta situación. Una historia difundida es la del “diario de Yrigoyen”. Según la misma, sus allegados le otorgaban un periódico falso con los sucesos alterados, modificando lo que realmente publicaba la prensa.
Contexto de surgimiento del “diario de Yrigoyen”
En 1928, con 76 años de edad, Hipólito Yrigoyen asumió su segunda presidencia. La cuestión de su avanzada edad fue objeto de crítica por parte de sus opositores, quienes señalaban que era demasiado mayor para desempeñar su cargo de presidente de la nación. Así, artículos, noticias y caricaturas que remarcaban que el líder de la Unión Cívica Radical estaba senil, circularon diariamente en la prensa. La difusión de dicha idea tuvo su impacto sobre parte de la población que comenzó a dudar de las capacidades políticas del presidente. Finalmente, en 1930, en un contexto de crisis económica global, una pequeña fuerza de derecha tomó el poder mediante un golpe de Estado, arrestando a Yrigoyen y dando inicio así a la Década Infame.
Se entiende que el golpe de estado de 1930 estaba planeado incluso antes de que Yrigoyen ganara las elecciones. El rol de la prensa en la deslegitimación del presidente en los dos años que duró su mandato fue fundamental para orientar a la opinión pública hacia la idea de que era necesaria una intervención del gobierno por parte de las fuerzas armadas.
Este es el contexto en que se difunde la historia que cuenta que sus allegados, ya sea por protegerlo o por favorecer el golpe, le entregaban al presidente un periódico con noticias alteradas. En otras palabras, no le mostraban noticias que fueran malas para su imagen. De esta forma, el líder no habría sabido que se estaban creando las condiciones para un golpe de Estado. A partir de esta historia, surgió la idea del “diario de Yrigoyen” por el cual el presidente, aislado en su casa, recibía siempre buenas noticias respecto de la realidad del país y gobernaba en consecuencia.
Verdadero o Falso: ¿Existió el diario de Yrigoyen?
En principio, es de destacar que nunca se encontró un ejemplar del supuesto diario de Yrigoyen. Asimismo, nunca nadie confesó haberlo escrito o impreso. Al faltar las fuentes que corroboren su existencia, es dudoso que efectivamente haya existido.
La pregunta que puede surgir es, ¿por qué se inventaría la idea de un diario falso entregado al presidente? La respuesta podemos hallarla en el hecho de que habría sido un aspecto más de la campaña que promulgó la derecha en contra de Yrigoyen para tomar el poder por la fuerza en 1930: al extender la idea de que el líder radical recibía un diario falso con noticias alteradas, quedaba en claro que tenía dificultades para vincularse con la realidad. En este sentido, si no podía distinguir un periódico real de uno falso, tampoco estaría capacitado para gobernar un país. Además de lo mencionado, la idea del diario falso de Yrigoyen servía también para atacar a sus colaboradores cercanos como corruptos y desleales.
Si bien no se ha podido corroborar que dicho diario haya existido, la historia llegó hasta nuestros días y se convirtió en expresión popular. De hecho, en la actualidad la expresión se utiliza comúnmente para descalificar a funcionarios públicos que “gobiernan con el diario de Yrigoyen”, es decir, que toman medidas alejadas de las necesidades del pueblo.