Una diapositiva es una suerte de foto utilizada para proyecciones. El procedimiento de utilizar uno de estos elementos era común en el pasado cuando era necesario realizar una presentación, a diferencia de la actualidad, en el que se utilizan computadoras. Así, una diapositiva era una suerte de film sobre el que se emitía una potente luz; la imagen resultante se proyectaba en una pared o en una pantalla blanca especialmente diseñada para este tipo de menesteres. Puede decirse que el procedimiento es parecido al utilizado en el cine, con la diferencia de que en este último ámbito las distintas imágenes van pasando a una velocidad mayor a la que la visión humana puede reconocer, generándose la típica ilusión de “movimiento”.
Las diapositivas fueron muy utilizadas hace algunas décadas en contextos tales como el educativo o el empresarial. En efecto, la idea de las mismas era la de servir como medio para llevar a cabo diversas presentaciones ante una audiencia. A medida que transcurrían las explicaciones, las diapositivas se iban cambiando mediante un procedimiento mecánico que podía ser accionado por el expositor o un ayudante. Hoy en día este procedimiento quizá nos parezca un tanto obsoleto, pero lo cierto es que fue harto utilizado en un pasado no tan lejano.
Como consecuencia de estos primeros elementos para realizar proyecciones y presentaciones es que el término diapositivas se aplica ahora también a las pantallas que se organizan en un software especializado para realizar este tipo de procedimientos. Un claro ejemplo de este hecho es Microsoft Outlook; en el mismo es posible realizar una secuencia de dichas pantallas que deberían mostrarse a medida de que avanza una determinada presentación. En este caso, se suele utilizar un proyector mucho más moderno que se conecta a la computadora que aloja al software; para pasar las diapositivas basta con el mero pulsado de una tecla.
Las viejas diapositivas sin lugar a dudas quedarán como uno más de esos adminículos que alguna vez fueron parte de nuestra vida y hoy en día son totalmente obsoletos. En efecto, la tecnología no hace más que avanzar y generar nuevas soluciones para los mismos problemas y necesidades del pasado. En estos momentos, con el software instalado en una computadora ya es suficiente para realizar proyecciones. Quizá en el futuro se adapten las tabletas o los teléfonos inteligentes para este tipo de tareas, o quizá sea el mismo proyector el que las pueda llevar a cabo de forma independiente.