Una contribución es un tipo de aportación o colaboración que realiza una persona en relación con algo o alguien.
Contribuir significa ayudar en algún sentido. Damos una contribución si ofrecemos algo. Ese algo puede ser muy diverso: nuestro tiempo, un objeto valioso o unos conocimientos que se ponen al servicio de una causa. Sin embargo, normalmente la contribución que se realiza es de tipo económico.
La contribución puede ser obligada cuando una entidad ( normalmente la administración del estado ) dictamina que hay que pagar una cantidad a modo de impuestos. En este caso, el que aporta una cantidad es el contribuyente.La aportación que realizamos para la recaudación de impuestos no es opcional, se nos impone ( por ello se llaman impuestos ). Por el contrario, la contribución puede tener un carácter personal, es decir, un individuo voluntariamente decide que quiere colaborar con una entidad y para ello se compromete a donar una cantidad de dinero. Este acto concreto es una contribución de índole altruista. Es una acción desinteresada, porque no se pretende recibir nada a cambio, simplemente se ayuda porque se considera que es una entidad que realiza una actividad noble, normalmente de tipo social y dirigida a las necesidades de colectivos de personas desfavorecidas ( niños sin hogar, personas sin recursos, enfermos, discapacitados, etc ).
Si pensamos en la idea de contribución nos damos cuenta que implica que alguien o algo necesita de una colaboración de algún tipo. Normalmente la contribución tiene un carácter colectivo, ya que varias personas, incluso miles, suman su esfuerzo para lograr un bien. La contribución de cada una de estas personas no es significativa, pero la unión de todos representa una contribución que puede ser importante. Hay muchos actos en los que se pretende recaudar fondos para solucionar problemas, aunque sea parcialmente. En estos eventos se espera obtener la contribución económica de un número elevado de personas.
Hay muchos sinónimos de contribución: aportación, colaboración o donación. Todos ellos comparten un elemento: la idea de dar algo. Las personas a las que les gusta ayudar son generosas y las que no lo hacen son avariciosas o tacañas. De esta manera, si alguien tiene la costumbre de contribuir ( con dinero o de otra manera ) ante los problemas ajenos, ya tenemos una pista muy válida de qué tipo de persona se trata.