Siglas de referencia para el Impuesto al Valor Agregado, el cual se determina bajo una carga fiscal a pagar al consumir. El valor agregado supone la suma de todos los valores que se encuentran en el proceso de producción desde el inicio hasta el último peldaño, donde se ubica la venta o llegada del producto al consumidor, y el Estado lo formaliza en un impuesto de carácter legal tornándose una obligación.
Alcance
En algunos países las personas lo desglosan de sus compras en un determinado periodo de tiempo a afrontar al momento de hacer una declaración fiscal; en otros ya se encuentra incluido en los productos y servicios al momento de pagar. En el caso de México, no fue hasta el año 2002 que se estableció bajo este formato para todo tipo de pagos, ya sea tarjeta de crédito, débito y efectivo; con anterioridad, solo era con pagos especiales, de modo que se lo instaló como un impuesto directo.
Este método impositivo tienen origen Europeo. En 1925 se tomó la decisión de incluir una contribución al gobierno por las ventas, esta nueva contribución fiscal se volvió un factor de financiamiento para poder crear obras y administración pública, en pos de impulsar el crecimiento nacional, sin embargo, no todos los países lo implementaron y con el paso del tiempo fue extinto. No fue hasta la década de los 50s, que Francia lo utilizó para ventas al mayoreo, y en el año de 1968 fue cuando finalmente se generalizó en todo el continente bajo diferentes porcentajes, que con el paso del tiempo han aumentado.
En México y parte de Latinoamérica se agrega el IVA al ámbito fiscal en la década de los setenta, a excepción de Uruguay, en donde se integra en el año 1967 con la tasa del 20%. En Argentina en 1975, con una tasa del 16%, y en México en 1978 con el 10%. Cada porcentaje original ha aumentado significativamente con el tiempo, en especial por las crisis económicas que han surgido en esta parte del mundo, los gobiernos toman soluciones de este tipo para potenciar sus ingresos y pagar deudas que se originan por diferentes fenómenos.
Tipos de IVA
Este impuesto tiene cualidad de traslado, es decir, al momento de que el consumidor paga el producto, el vendedor puede trasladarlo a su distribuidor o fabricante, el cual a su vez lo declara al gobierno para poder deducirlo. Esta cadena es la forma en la que llega directamente al gobierno, el cual lo regresa a los consumidores creando carreteras, subsidios a comerciantes y empresarios, apoyos al desempleo, calidad en el transporte, etc.
En México existe una diversidad en el porcentaje del IVA a partir de diferentes actividades, de zonas geográficas y tipos de productos:
– Tipo general: En este formato, el IVA se aplica a los productos y servicios en general. Es por defecto y la tasa depende del porcentaje que por ley determina el gobierno, para el caso de México es del 16%.
– Tipo reducido: Existen reducciones en el porcentaje del impuesto al valor agregado cuando se trata de artículos o servicios de primera necesidad, que se clasifican a partir de estudios diversos. Muchos de estos productos son medicinas, vegetales, frutas, huevo, leche, dentro de los servicios entran asistencia social, y algunos deportes.
– Tipo superreducido: Estos productos tienen una mayor reducción porcentual a partir de ser necesarios para la existencia, por ejemplo, el agua. En algunos países se determina una canasta básica de artículos necesarios para supervivencia/nutrición, a los que se aplica este descuento.
Otra consideración en la variación del porcentaje ocurre en los artículos de lujo. A estos se les aumenta. Del mismo modo, a los que se pudieran considerarse artículos dañinos para la salud, como el alcohol y el tabaco.
Acciones de estabilidad fiscal
También, se agrega una tipificación de actividades que están completamente exentas de este impuesto, como los servicios educativos públicos, actividades relacionadas con el arte y la cultura, algunas operaciones financieras que se enfocan al financiamiento de programas altruistas y beneficios sociales. En México, en ciudades fronterizas se maneja un IVA general bajo.
A partir de la contingencia de salud que generó el Covid-19, en algunos países se habla de reformas para disminuir los porcentajes, por lo menos en el tiempo necesario para la recuperación económica. Legisladores en México hubo una presentación en junio de 2020 para reducir del 16 % al 10%, con el fin de reactivar la liquidez al consumo y llevar beneficios para la industria en cuestión de gastos para lo que quedaba del año. Podría haber sido una excelente experiencia, y caso positivo, un modelo de ejemplo para que otros lo implementen, sin embargo, la discusión no llegó a destino, a diferencia del IVA a las plataformas digitales oficializado en mayo del mismo año, aun dentro del caos de la pandemia, trasladándose en aumentos a los usuarios en plataformas del nivel de demanda de Netflix.
Autor
Escrito por Arturo Dubey para la Edición #107 de Enciclopedia Asigna, en 12/2021. Dubey es Licenciado en Economía egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)