La contratación es el proceso mediante el cual se realiza una transacción en la que una parte se compromete a transferir recursos económicos a cambio de la recepción de un determinado servicio. Como su nombre lo indica, el proceso de contratación implica un contrato, es decir, un documento en el que ambas partes hacen un compromiso, compromiso que será avalado por un determinado orden jurídico. La contratación puede aludir a relaciones entre personas jurídicas o personas reales; el caso más frecuente es el de una persona real que se atiene a trabajar bajo la órbita de una determinada organización, ya sea pública o privada.
En una contratación existe un acuerdo entre partes para llevar a cabo una determinada acción en un determinado contexto y bajo unas condiciones específicas. Dado que se hace referencia al término acuerdo, se entiende que siempre deberá existir una voluntad libre en ambas partes para asumir determinadas responsabilidades. Si por alguna circunstancia existiese un fallo en este requisito, el contrato se consideraría inválido. De igual manera, si existiese desconocimiento en algún aspecto del contrato, como asimismo algún error al respecto, podría suscitarse la misma situación, la de la invalidez. Es por lo expuesto que las partes pueden recurrir en algún caso de disputa por estos temas a un tribunal de la justicia civil.
La contratación puede verse como una forma que tienen los actores económicos para realizar intercambios de valor. En efecto, en la misma existe siempre una obligación libremente adoptada que lleva a brindar algún tipo de valor a la otra parte; en el caso de que se omita de alguna manera esta obligación, la otra podrá considerar que el contrato fue roto y tendrá derecho a desvincularse, omitiendo también cumplir con las obligaciones que había adoptada. Por supuesto, en muchas ocasiones estas circunstancias pueden tener varios grises y es por ello que existe una legislación que sirve de marco para actuar.
Antes de que una contratación se lleve a cabo, debe existir un proceso de conocimiento de las posibilidades que ambas partes pueden llegar a ofrecer. Por ejemplo, en el caso de la contratación de personal para una empresa, es habitual y recomendable que existan procesos de selección, procesos que pueden incluir el uso de entrevistas y el de una visión de la experiencia del candidato. Algo similar sucede cuando se contratan servicios para el estado, suele existir un período en el que se evalúan diversas propuestas de diversas empresas, período denominado licitación.