En la Constitución argentina se establece que la forma de organización política de la nación es de tipo representativa, republicana y federal. Llegar a un acuerdo para definirlo tomó una gran cantidad de tiempo y discusiones. De hecho, desde los inicios de la Revolución de Independencia se intentó sancionar una Constitución pero no fue posible debido a los conflictos ideológicos que enfrentaban a las elites políticas.
Finalmente, en 1853, cuarenta años después de los intentos iniciales de redacción constitucional, se sancionó la primera Constitución argentina. La misma fue aceptada por trece de las catorce provincias que conformaban la Confederación. La provincia de Buenos Aires, habiendo rechazado la Constitución ya que implicaba repartir los ingresos de la aduana, pasó a ser un Estado independiente hasta 1859.
Contexto histórico
Desde el momento de la Revolución de Mayo en 1810, en lo que es la actual Argentina, se buscó conformar un Estado unificado que contara con una Constitución Nacional. Sin embargo, el camino hacia la promulgación de la misma no fue breve ni lineal ya que su redacción puso en juego las disputas ideológicas de la elite política rioplatense.
En el año 1813, convocado por el Segundo Triunvirato, se conformó el primer Congreso Constituyente, conocido como Asamblea del Año XIII. Su objetivo sería tanto la declaración de la Independencia del Río de la Plata como la sanción de una Constitución propia. Si bien en los dos años que duró la institución, sancionó leyes de trascendental importancia (como la “libertad de vientres” o la abolición del trabajo servil de los habitantes originarios), la Asamblea no logró concretar ninguno de sus dos objetivos principales.
Para el año 1816, se volvió a reunir un Congreso Constituyente que tuvo los mismos objetivos que la Asamblea del Año XIII. Esta vez se decidió convocar a los congresales en la ciudad de San Miguel de Túcumán para favorecer las voces de las provincias del interior. Este Congreso, que sesionó por tres años, rápidamente logró cumplir uno de los objetivos propuestos y el 9 de julio de 1816 declaró la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Sin embargo, no hubo acuerdos respecto de la forma de gobierno que debía aplicarse a la nueva nación independiente y, de este modo, los miembros del Congreso no lograron redactar una Constitución hasta el año 1819. Sin embargo, la misma fue rechazada por las provincias debido a su marcado carácter centralista y, de esta forma, quedó sin validez.
En 1824 volvió a reunirse un nuevo congreso que se dio la tarea de redactar una Constitución que, finalmente, se sancionó en 1826. Nuevamente, la misma fue rechazada por las provincias por motivos similares a los señalados con anterioridad.
Para 1829, el caudillo Juan Manuel de Rosas inició su gobierno de la provincia de Buenos Aires y, desde su importante rol político, retrasó constantemente la sanción de una Constitución. Esto fue así porque, si bien Rosas era de carácter federal, la redacción de la misma habría implicado el reparto de los ingresos de la aduana porteña hacia el resto de las provincias, lo cual le quitaría a Buenos Aires su papel económico preponderante. En este sentido, la derrota de Rosas en la Batalla de Caseros en 1852 fue un hecho fundamental para que un año más tarde se lograra sancionar la primera Constitución argentina.
La sanción de la Constitución
Una vez derrotado Rosas, Justo José de Urquiza, en adelante presidente de la Confederación Argentina, convocó a los gobernadores de las provincias a reunirse en San Nicolás. Allí firmaron un acuerdo en el que se comprometieron a organizar políticamente al Estado y, nuevamente, a sancionar una Constitución Nacional que diera cuenta de dicha organización. La provincia de Buenos Aires, sin embargo, rechazó el pacto ya que la unificación de todo el territorio implicaba ceder y repartir los ingresos de la aduana entre las distintas provincias de la Confederación.
A pesar de la negativa de Buenos Aires, se decidió la reunión de un Congreso General Constituyente en Santa Fe. Allí, los constituyentes debatieron acerca del tipo de organización política que debería quedar asentado en la Constitución. Tomando como inspiración la Constitución de Estados Unidos de 1787 y las “Bases y puntos de partida para la organización política de la República” de Juan Bautista Alberdi, se estableció que la Confederación Argentina tendría una forma de gobierno republicana, representativa y federal.
Así, un 25 de mayo de 1853, finalmente se promulgó la primera Constitución argentina. Todas las provincias que conformaban el territorio nacional, excepto Buenos Aires, la juraron el 9 de julio del mismo año. Es de destacar que la importancia de esta Constitución radica en el hecho de que aun tiene vigencia en Argentina. No obstante, ha sido reformada en cinco ocasiones posteriores.