La compasión es el sentimiento de lástima que tenemos hacia aquellos que sufren o padecen. Alguien siente compasión por el dolor ajeno cuando sufre por el padecimiento del otro. En este sentido, se trata de una forma de empatía que nos hace ponernos en el lugar de la persona que se encuentra mal por algún motivo. Este término viene del latín cumpassio y a su vez del vocablo griego sympathia.
El concepto de compasión se basa en la idea de compartir. Así, si la tristeza o las penurias de alguien me afectan anímicamente, tengo compasión por él. En consecuencia, la persona compasiva normalmente tiene el deseo de ayudar al que sufre. En español las palabras misericordioso, clemente o humanitario tienen el mismo significado que compasivo.
En el cristianismo
Desde la perspectiva cristiana, el origen de la compasión se encuentra en el amor. De esta manera, alguien que no tiene amor en su interior difícilmente podrá sentir compasión por aquellos que sufren.
En la tradición cristiana la lástima y la compasión son conceptos similares pero no idénticos. Quien sienta lástima por el otro adopta una actitud pasiva, pues simplemente tiene pena por el dolor ajeno. En cambio, quien tiene compasión siente la necesidad de hacer algo más por el sufrimiento del otro. En este sentido, hay que recordar que Jesucristo se compadeció de aquellos que estaban sufriendo y su sentimiento le empujó a ofrecerles su ayuda.
En el budismo
La idea de compasión en la filosofía budista está directamente relacionada con el concepto de amor altruista. En otros términos, es el deseo de que todos los seres humanos y todos los seres vivos encuentren la felicidad en su interior. Para el budismo la compasión es un estado mental y a través del mismo nos preocupamos por el bienestar de los demás.
Compasión y solidaridad
Ambos conceptos presentan una cierta similitud. A pesar de ello, cada uno presenta unas connotaciones propias. El sentimiento de compasión tiene un componente espiritual y religioso, mientras que la idea de solidaridad está desvinculada de la tradición religiosa.
Generalmente la solidaridad implica un compromiso directo con los más desfavorecidos. Quien actúa solidariamente no quiere recibir nada a cambio y solamente pretende aliviar el padecimiento ajeno.
La compasión cristiana se inspira en el amor de Dios hacia los hombres, mientras que la solidaridad es una virtud moral con la que se pretende conseguir el bien del prójimo.