Un circuito cerrado es un sistema que se caracteriza por la posibilidad de visualizar en tiempo real distintos espacios públicos o privados. Fue diseñado con la finalidad de garantizar una vigilancia ante accionares delictivos o dañinos. Su nombre se debe al hecho de que las imágenes transmitidas son de uso restringido, tan solo emitidas con la finalidad de lograr un control visual de una zona determinada, y no para ser trasmitidas a un público amplio. A lo largo del tiempo se han implementado distintas variantes de este tipo de tecnología, cada una de ellas tendientes a garantizar un tipo de vigilancia acorde a las necesidades de cada consumidor. En la actualidad son capaces de registrar sucesos en la oscuridad y de lograr trasmisiones a mediante una dirección IP.
La tarea de brindar seguridad en determinados contextos puede ser crítica. Es por ello que existe todo un mercado que demanda implementaciones tecnológicas tendientes a lograr garantías más eficientes en este sentido. Cámaras o alarmas son una muestra de este tipo de situación. En el caso de un sistema de circuito cerrado, las cámaras están trasmitiendo a un personal de seguridad las imágenes de una determinada zona crítica que debe estar bajo control. Además, este tipo de tecnología permite realizar grabaciones de los eventos acaecidos en un área para análisis posteriores. La importancia de este tipo de proceder se explica si consideramos que existen algunos crímenes que fueron resueltos de esta manera.
En la actualidad es posible hacer un control de las cámaras de modo tal que muevan su área de enfoque. Esto significa que remotamente se puede desplazar el ángulo de vista para así captar o seguir distintos sucesos. La nitidez lograda en la visión suele ser excelente, circunstancia que posibilita hacer fácilmente un reconocimiento facial si fuese necesario.
Este tipo de tecnología es especialmente empleada por empresas que desean controlar diversas zonas de un edificio a efectos de evitar robos o cualquier otro tipo de actividad perjudicial. Suelen estar distribuidas estratégicamente para que ningún lugar relevante quede fuera del ángulo de visión. Así, es común observarlas apuntando a puertas, corredores, entradas a cuartos importantes, etc.
Como se ha sugerido, en la actualidad existe la posibilidad de hacer una transferencia desde una dirección IP. Una circunstancia de estas características posibilita, por ejemplo, el hecho de monitorear un lugar desde un teléfono inteligente, o una tableta. De esta manera, una persona puede, por ejemplo, estar de viaje y a la vez controlando una propiedad.