Se denomina campesino a la persona que habita y trabaja en zonas rurales de un territorio determinado, dedicándose principalmente a las actividades agrícolas: agricultura y/o ganadería.
En general, las zonas rurales se dividen en campos o lotes de tierra que pertenecen a una persona, y donde ésta desarrolla determinadas actividades de agricultura o de ganadería. El campesino puede además de vivir y trabajar en dichas tierras, ser el propietario de ellas, o simplemente ser trabajador y vivir allí por cuestiones de comodidad.
Las tareas agrícolas, y por tanto, la presencia de la figura del campesino son muy antiguas. Desde la época del esplendor de Fenicia, Grecia o Roma, existen campesinos. De hecho, en estos imperios, quienes no pertenecían a la nobleza, al clero o las “élites”, eran por defecto, campesinos o artesanos.
Luego, fueron en los feudos, que pertenecía a unos señores llamados “señores feudales”, dueños de las tierras, y que otorgaban pedazos de esos terrenos que poseían, a campesinos para que la trabajaran, a cambio de una parte de la producción que obtenían. Claro está que, aún siendo los que más trabajaban (o al menos hacían trabajos muy duros), lo que ganaban de su producción, les alcanzaba apenas para sobrevivir económicamente.
A partir del suceso conocido como Revolución Industrial, cada vez más campesinos comenzaron a trasladarse hacia las ciudades o “burgos” (desde allí, el nombre de burguesía burgués), por la demanda de “mano de obra” que existía en las nuevas y crecientes fábricas.
Así, los campos y zonas rurales comenzaron un proceso de despoblación, y de manera progresiva cada vez menos personas aceptan transcurrir una vida dedicada al campesinado y a la habitación en estas zonas.
En regiones como América Latina y África, donde la mayoría de los países aún sientan las bases de su economía en las actividades agrícolas, es indudable que la densidad de población en zonas rurales sea mayor que las de estas mismas zonas pero en Europa o Asia.
Asimismo, también en estas regiones, las extensiones rurales son mayores que las europeas o las asiáticas. Además, existen familias de campesinos que trabajan (muchas veces también trabajan los niños) como campesinos, habitando zonas rurales, pero puede que al convertirse en mayores, uno o varios de sus hijos, decida trasladarse hacia centros urbanos donde las posibilidades de trabajo son más variadas, y donde puede realizar también otras actividades, pues existe mayor oferta, ya sea por ejemplo en centros de estudio o académicos, o en cuestiones comerciales y de entretenimiento.