En el mundo empresarial, existen varias teorías e ideas que han sido desarrolladas para dar mayor sentido y mejores resultados al trabajo que se realice. Entre ellas debemos mencionar el concepto de la cadena de valor, un concepto que hace referencia a cómo una empresa o negocio puede hacer para construir un nivel aceptable de valor en sus productos reduciendo lo más posible los costos o los gastos que se necesiten.
Para entender mejor y correctamente qué quiere decir el concepto de cadena de valor, es necesario que pongamos en claro que una empresa o negocio consta de diferentes partes y secciones para funcionar, y que es de ese funcionamiento que dependerán los resultados a obtener.
En este sentido, los teóricos del mundo empresarial han desarrollado nociones que permiten ordenar el trabajo y el funcionamiento de una empresa (no importa su tamaño o volumen de producción) de modo que todas las áreas y secciones trabajen en función de un mismo objetivo. La cadena de valor buscará así enlazar las diferentes partes de la institución a fin de que se tenga por objetivo claro y concreto generar mayor valor en el producto final (sea este un bien o un servicio) con los costos más bajos posibles.
Las partes de la cadena de valor
Una vez que tenemos en cuenta que una empresa funciona con la unión de todas sus partes, y que es importante y esencial que las mismas trabajen de manera coherente, podemos entonces explicar cuáles son las partes de esa cadena de valor a la que queremos hacer referencia.
En este sentido, la cadena de valor enlaza áreas centrales de la infraestructura de una empresa, tales como la logística interna, el área de operaciones, la logística externa, el marketing y ventas y por último el área de servicios. Entre todas ellas se debe actuar pensando en las mejores estrategias para desarrollar productos novedosos o confiables, abastecer de las materias primas o materiales necesarios para producirlos, producirlos y finalmente establecer una estrategia acorde de marketing y ventas.
La importancia de este tipo de funcionamiento
Como con todo proyecto comercial, la venta de productos o servicios es una tarea que lleva tiempo pero especialmente planificación. No se puede hacer sin una estructura y tampoco puede hacerse sin un orden o planeamiento a corto o largo plazo. En este sentido, la cadena de valor permite ordenar objetivos, plantear deseos y posibilidades y enfrentarlos con la realidad o la coyuntura que se presenta.
Una vez establecidos estos elementos, se organiza el funcionamiento interno (y también externo) de la empresa en una cadena de prioridades y tareas a resolver que favorecerá a la obtención de los mejores resultados.
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