
Un de los estilos artísticos más importantes de Europa es el Barroco, aquel que tuvo lugar en el siglo XVII y que en parte fue tan gigantesco por su llegada y pronta asimilación en las colonias de España en América. Así debemos hablar entonces del Barroco Hispanoamericano ya que el mismo fue el resultado del sincretismo de muchos elementos europeos traídos a América y de elementos nativos que se fundieron en un solo estilo.
Contexto histórico del surgimiento
El Barroco es el estilo artístico que siguió al Renacimiento. Tuvo lugar en el siglo XVII y fue especialmente fuerte en países con una gran tradición católica, como España, Portugal y algunas regiones de Francia e Italia. Estos países tomaron como propia la posta de defensa de una Iglesia que había entrado el siglo anterior en una severa crisis y que había sufrido un cisma que devino en la creación de las iglesias protestantes.
Este nuevo estilo artístico tuvo como principal función ensalzar y destacar a las figuras religiosas desde un punto de vista mucho más expresivo que lo que ocurrió en el período anterior con el Renacimiento. Además, tuvo también como objetivo el generar sensaciones fuertes y que llamaran la atención en el público, por eso muchas veces se caracterizó por su redundancia, su exagerada ornamentación, su expresividad extrema.
Principales características del Barroco Hispanoamericano
Podríamos decir sin temor a errar que el Barroco fue el primer estilo artístico que se impuso desde Europa en otras regiones del planeta. Esto es así ya que el fenómeno sólo fue posible en el marco de la expansión ultramarina que le permitió a los europeos llegar a América, conquistarla y colonizarla. Así, trajeron consigo los valores, caracteres y rasgos de un estilo que empezaba a tener fuerza en Europa y que aprovecharon a la hora de dejar registro de su presencia en América.
El Barroco Hispanoamericano se hizo presente especialmente en la arquitectura y esto se ve en las construcciones religiosas, tanto de grandes catedrales como de pequeñas parroquias. En todos los casos hablamos de edificios muy similares a los españoles, con superficies plenas de curvas y contracurvas y con interiores decorados con una gran abundancia de detalles.
La riqueza del Barroco Hispanoamericano se demostró en la utilización de los abundantes metales preciosos que se empezaron a extraer, por eso muchos de los altares y construcciones del período están trabajados en oro, plata y otros tipos de materiales muy distintivos. Al mismo tiempo, unen sus elementos eurocentristas con tradiciones nativas, por ejemplo en la presencia de vírgenes negras o aborígenes.