Definición
Se lo define como autónomo porque el trabajador se torna su propia empresa en lugar de desempeñarse para una organización, tomando control de sus desiciones, su tiempo, y responsabilidades, así, por ejemplo, se ocupa normalmente de gestionar los servicios de salud que, si estuviera en relación de dependencia, probablemente estarían cubiertos de acuerdo al marco jurídico que rige en numerosos países, y del mismo modo, no tiene vacaciones pagas ni aguinaldo/bono de final de año, por lo que la organización es un elemento crucial para mantener y avanzar con las actividades y compromisos. Por su parte, el freelance es un préstamo linguístico del inglés que actúa como sinónimo, remontando a inicios del 1800, asociado originalmente al pago de mercenarios medievales.
Existe un marco jurídico que determina las obligaciones de los trabajadores autónomos, definido por cada país. Es importante diferenciar el trabajador autónomo del trabajador irregular, unos pagan impuestos, los otros no, el autónomo emite facturas con pagos vía electrónica, cheque o transferencias, esto les da un plus en la competitividad, los irregulares trabajan bajo palabra y reciben un salario en efecto.
En la actualidad existen cientos de profesiones que se pueden categorizar bajo el concepto de trabajo autónomo, quienes buscan sus clientes y ofrecen sus servicios. Pero la libertad de ser el propio jefe no exenta de pagar impuestos, siendo una contribución de vital importancia para el encuadramiento y la regulación profesional, a lo que, por lo regular, se identifican como personas físicas con actividades profesionales o empresariales.
Ante esta posición fiscal, tienen la capacidad de emitir facturas, lo cual es clave para desempeñar prestaciones. Ciertas regulaciones en los códigos legales de trabajo apoyan este tipo de trabajadores con beneficios, por ejemplo a nivel de salud, siempre y cuando tengan sus contribuciones fiscales en orden. Esta figura ya tiene tiempo en el ámbito económico, de hecho existen profesiones que se basan en buena medida en esta modalidad por las cualidades en las acciones, el más claro ejemplo es el abogados, que en la mauyoría de los casos se desempeña de forma totalmente autónoma, sin necesidad de tener una oficina o pertenecer a un bufete jurídico, permitiéndose trabajar para clientes diversos, a lo que solo hace falta tener la cedula profesional para representar al cliente.
El freelancer o autónomo es libre de aceptar un trabajo o no. A partir del desarrollo de Internet, muchos de estos profesionistas son diseñadores, fotógrafos, escritores, editores, etc. En la actualidad, las empresas contratan a estas personas por proyectos específicos. Por la constante demanda laboral en este formato, existen tablas tabuladoras de salarios por horas o por actividades, muchos se adaptan a estas tablas, mientras que otros deciden sus tarifas dependiendo de sus necesidades.
Tipos de trabajadores autónomos
A partir de encontrarse en un marco legal y fiscal, los trabajadores autónomos deben estar bien identificados. Ante esto, existen algunas clasificaciones que tipifican según las actividades y características en la organización del trabajo que realizan y por sus condiciones en los registros de los regímenes ante autoridades hacendísticas:
Autónomo freelance.- Su característica esencial es la de ofrecer servicios a terceros, es importante destacar que ahora toda actividad se puede integrar en esta categoría, desde lo administrativo hasta lo artístico. Suelen invertir su tiempo a sus necesidades y en ocasiones a las horarios de las personas que los contratan. Entre las subcategorías en este rubro se toman en cuenta los que están afiliados a un género laboral y los que no, los afiliados suelen ser los abogados, economistas, doctores, mientras que los otros son maquillistas y otros especialistas en belleza, diseñadores gráficos y otros antes aludidos.
Autónomos bajo sociedades mercantiles.- Son trabajadores que tienen ya un negocio establecido e inclusive algunos trabajadores a su cargo. Estas sociedades tienen ciertas limitaciones que dependen mucho de las leyes laborales y mercantiles de cada país, en algunos es necesario que sea un porcentaje determinado bajo el que el trabajador tenga en la sociedad. A veces la pequeña empresa no tiene un nombre o marca, se trabaja con el nombre del personaje fiscal, no obstante, este debe tener el porcentaje de la mitad para que pueda estar calificado como autónomo bajo sociedad. En este rubro son recurrentes los negocios familiares que venden ciertos productos, ofrecen servicios o distribuyen.
Autónomos agrarios e industriales.- En ambos sectores existen profesionistas independientes, en cuanto a la agricultura muchos químicos y biólogos tienen clientes campesinos que buscan asesorías o servicios para su productividad, en lo industrial, existen trabajadores mecánicos que reparan máquinas y lo hacen de manera autónoma, algunos procesos de producción se hacen con proveedores autónomos. Estos contratos ayudan a las empresas a disminuir costos.
Los trabajadores autónomos crecen día a día, por ello se encuentran regulados, de esta manera contribuyen en el crecimiento económico, aumentando el empleo, el capital nacional y el Producto Interno Bruto.