Se entiende por autocuidado la inclinación por facilitarnos atenciones a nosotros mismos. Como norma general, el autocuidado está dirigido a nuestra propia salud.
Ciertos hábitos saludables deberíamos realizarlos por propia iniciativa, como un conjunto de pautas orientadas al bienestar físico y psicológico. La lista de medidas que son recomendables es de todos conocida: buena alimentación, ejercicio moderado, evitar el alcohol y el tabaco, controlar el estrés y fomentar el pensamiento positivo. Cada una de estas pautas es una manifestación del autocuidado. Hay un motivo evidente que explica por qué actuamos así: el instinto de supervivencia. Así, de una manera más o menos consciente sabemos que es necesario protegernos y cuidarnos para preservar nuestra vida.
Al margen del autocuidado relacionado con la salud como tendencia natural, este concepto se puede plantear en situaciones específicas (por ejemplo, el autocuidado de la mujer embarazada o el relacionado con los ambientes laborales).
Autocuidados de belleza
Tanto el hombre como la mujer otorgan importancia a su aspecto físico. Desde los tiempos más remotos, los humanos nos ocupamos de la belleza como un signo de distinción o como arma de seducción. Esta realidad es uno de nuestros rasgos distintivos y en las últimas décadas se ha agudizado considerablemente.
De una u otra forma todos queremos mantenernos bien, con una apariencia saludable y sentirnos atractivos, para los demás y para nosotros mismos. Es evidente que el autocuidado físico y estético tiene consecuencias en el estado anímico.
Existe toda una industria de la belleza, con tratamientos muy diversos para frenar el paso del tiempo. La amplísima gama de técnicas y productos permite que seamos nosotros quienes nos autocuidemos. La información a nuestro alcance es inmensa: cursos, blogs, webs, revistas y un largo etcétera. Hay propuestas generales (dormir un número adecuado de horas o beber suficiente líquido) y otras más específicas (para la piel, el pelo, las uñas, la cintura o cualquier otra parte del cuerpo). Incluso se podría hablar de planteamientos exagerados, como por ejemplo algunas operaciones estéticas para aparentar 20 años menos.
El autocuidado en cualquiera de sus manifestaciones tiene una motivación en común: la preservación, ya sea de la salud, de la belleza o de otro aspecto de la vida.