El hombre necesita satisfacer sus necesidades materiales. Esto le ocupa una parte importante de su tiempo. Pero sus necesidades no son exclusivamente materiales o físicas, sino que también busca sensaciones que le resulten gratificantes y placenteras. Una de ellas es el anhelo de crear belleza y el impulso de comunicarlo a los demás, es decir, el arte.
Todas las culturas y desde los tiempos más remotos han creado formas distintas de arte, maneras de expresar sentimientos e ideas de un modo bello. Hay un clasificación tradicional, las siete artes (pintura, escultura, arquitectura, música, danza, literatura y cine), aunque se trata de un concepto mucho más amplio y abierto y difícil de concentrar en una definición de unas breves líneas. La clasificación tradicional de lo que se entiende como arte está sometida a un cambio permanente. Se han creado subdivisiones para agrupar toda su diversidad: artes plásticas, visuales, escénicas, aplicadas, musicales o literarias.
El sentido de la belleza es el elemento fundamental de la manifestación artística, aunque no el único. El arte es comunicación, ya que el creador trasmite sus inquietudes e ideas a través de su obra. De esta manera, es posible concebir el arte como un diálogo social entre artistas y su entorno. Unos artistas aspiran a lo puramente bello. Otros pretenden despertar la conciencia social (por ejemplo, el artista comprometido) y también hay creadores que combinan lo bello con una dimensión social comprometida.
Cada arte tiene su historia, sus técnicas, su lenguaje, un mundo propio característico. A pesar de la inmensa variedad de manifestaciones, estilos y géneros, todo arte incorpora elementos que son comúnmente compartidos: armonía, ritmo, sentimientos, ideas, formas, fantasía o pasión. Estas son palabras que empleamos para describir el arte y cómo lo percibimos. Los críticos de arte utilizan un lenguaje especializado para analizar una obra artística y todos sus elementos, pues no hay que olvidar que es realmente complejo establecer una frontera clara entre aquello que es considerado como tal y lo que no lo es. De hecho, hay un debate permanente sobre el mundo del arte.
El arte tiene una particularidad que llama la atención: se proyecta en todas las direcciones. En nuestro interior vivimos la emoción que provoca. Socialmente está presente en la cultura. La ciencia también se interesa en comprender su significado. El arte se estudia, se vende, se crea y se disfruta. En definitiva, forma parte de la vida humana.