Cuando el hombre pudo controlar la tierra y vivir de la producción agrícola, se encontró con una nueva necesidad: el almacenamiento del grano. Este es el primer momento de la historia en el que el ser humano tiene la necesidad de crear un habitáculo donde se pueda guardar la cosecha.
Como sus necesidades fueron creciendo, fue preciso crear nuevos lugares de almacenamiento. Recintos para guardar los utensilios agrícolas, para custodiar las armas, para organizar la actividad comercial o para ordenar el conocimiento ( las bibliotecas ). Cualquier lugar destinado a preservar algo es un almacén y el proceso de ordenación y clasificación es el almacenamiento. No hay que olvidar que el sufijo teca significa precisamente depósito de algo ( pinacoteca, fonoteca o vinoteca ).
En la sociedad actual el almacenamiento se ha convertido en un complejo proceso dentro del conjunto de la actividad comercial. La logística se ocupa del estudio de todo el procedimiento que interviene en relación con la distribución y uno de los aspectos fundamentales es el almacenamiento de productos.
Pensemos en el fenómeno de la compra por internet. Hacemos click en un producto que aparece en una web on line y esperamos unos días para recibirlo. Mientras tanto. en un inmenso lugar se almacenan millones de productos y hay que encontrar el que nosotros hemos elegido. Para que este proceso sea eficaz es necesario poner en marcha una logística muy sofisticada y precisa y, de manera muy especial, un sistema de almacenamiento totalmente informatizado. Este ejemplo es un símbolo de la complejidad del comercio dentro de un contexto globalizado.
En las afueras de las ciudades hay normalmente unas infraestructuras dedicadas al almacenamiento, los polígonos. Son zonas urbanas especializadas donde se han construido grandes naves industriales en las que se almacenan todo tipo de materiales y productos para su posterior distribución.
Hemos pasado de semilleros o silos ( donde se almacenan las semillas en gran cantidad ) a gigantescas estructuras con kilómetros de estanterías donde guardamos los objetos.
El almacenamiento se ha convertido en un problema, singularmente si hablamos de residuos o de productos tóxicos. Esto pone de relieve una de las contradicciones de nuestro modo de vida: producimos tantas cosas que después tenemos un problema a la hora de almacenarlas.