Por agenda pública se entiende al conglomerado de temas que se consideran como problemas sociales debido a que han seguido un determinado proceso para posicionarse en el interés, tanto del ciudadano como de los tomadores de decisiones.
Si bien existe un gran número de temas, eventos, sucesos y problemáticas que atañen a la colectividad, no todos alcanzan una posición privilegiada en el marco de las políticas públicas, es decir, pese a que existen muchas situaciones referentes a las condiciones de vida que es necesario modificar, son múltiples los factores que definen cuáles de estas temáticas son proclives a la intervención estatal a través de políticas públicas que busquen solucionarlas.
La atención cíclica en las cinco fases de Downs
Un asunto de interés en el estudio de las políticas públicas es definir cómo es que algunos temas entran en la agenda y otros no. Uno de los principales teóricos a este respecto es Anthony Downs, quién en 1993 escribió el libro titulado «El ciclo de atención a los problemas sociales«, en el cual analiza cómo ocurre el proceso de posicionamiento de algunos temas en el interés público.
De acuerdo al autor, este proceso tiene cinco etapas. La primera corresponde a la etapa previa a la problematización de la temática, esto es, cuando se percibe que existe cierta condición que no es deseada, pero aún no se considera como un problema público.
Posteriormente, aparece la etapa que Dawns llama del descubrimiento alarmante, la cual apunta a la aparición de ciertos eventos coyunturales que motivan a que el problema, aun cuando existía previamente y no se había considerado como tal, adquiera cierto interés por parte de algunos grupos que ya lo perciben como una situación que debe ser corregida.
La fase tres implica la consideración de los costos de la resolución del problema; en este punto se hace una evaluación de qué tan costoso sería resolver la situación en oposición a dejarla como está.
La cuarta etapa corresponde a un descenso en el interés; es decir, el tema en cuestión empieza a perder relevancia lo cual, según el autor, deriva de alguna de las siguientes situaciones: 1) la población deja de tener interés o se desanima, 2) existe un pensamiento amenazante con respecto al problema y simplemente lo ignoran, y 3) sencillamente, el público se aburre de la situación.
Por último, la quinta fase corresponde al cierre del ciclo; Downs la define como la etapa posterior al problema: cuando la situación analizada deja de ser de interés social.
Influencia de los medios
Uno de los aspectos más relevantes del ciclo de atención de interés público propuesto por Downs, es que el autor analiza la importancia de que la población manifieste determinado interés (o desinterés) sobre un tema en particular. El propio autor señala que la televisión, y los medios de comunicación en general, tienen un papel fundamental en posicionar un tema en las mentes de los ciudadanos. Si bien Downs plantea su análisis a inicios de los noventa, su postura y aportaciones continúan vigentes.
Hoy en día, además de los medios tradicionales, también encontramos otras formas de compartir información de manera global que permiten la dirección o redirección de ciertas temáticas en el interés del público. Ya no son apenas los periodistas, políticos o líderes de opinión quienes tienen la capacidad de plantear discusiones o controversias en el interés ciudadano. Con la aparición de las redes sociales, surgen los influencers, capaces de orientar las perspectivas y de plantear ciertos temas para la discusión, a lo que es posible decir que algunos problemas de interés aparecen y desaparecen dependiendo del número de retweets y likes.
Así, vemos como el ciclo de atención del que Downs hablaba no ha desaparecido, sino que ha acelerado su velocidad y acortado su duración. La posibilidad de conducir capital político se ha democratizado a tal punto que cualquiera con más de un millón de seguidores tiene la capacidad para incidir en el posicionamiento de un tema en la agenda pública.