La adicción es la dependencia que tiene una persona en relación con una sustancia o actividad. Se trata de una patología, pues cuando un individuo no puede evitar consumir algo o realizar una acción se considera que este comportamiento es enfermizo y, por lo tanto, quien lo padece debe someterse a un tratamiento específico para superarlo.
Tradicionalmente, la adicción se ha asociado con una serie de sustancias: café, tabaco, alcohol, cocaína, cannabis, fármacos, etc. Su composición química hace que al consumirse en dosis elevadas y de manera frecuente el cerebro necesite mantener tales niveles de consumo. Cuando esto sucede, la persona que necesita imperiosamente una dosis de alguna sustancia se ha convertido en un adicto.
La adicción también se refiere a actividades, en el sentido de que ciertos comportamientos provocan las mismas reacciones bioquímicas en el cerebro que las producidas por las sustancias adictivas. En la actualidad, los especialistas admiten que la adicción es aplicable al sexo, al juego, así como otras circunstancias más novedosas (la vigorexia, la dependencia de los móviles, las compras compulsivas…).
Desde un punto de vista psicológico, las adicciones necesitan ser corregidas, puesto que el adicto ha perdido el control sobre la sustancia o la actividad de la que depende. Una adicción no tratada médicamente puede desembocar en un deterioro físico, psicológico, problemas económicos, sociales, etc. Cuando la persona adicta (en el lenguaje popular se le llama «enganchado») logra librarse de su vinculación negativa con la sustancia o la actividad se dice que se ha desenganchado, pero esto no quiere decir que no haya un riesgo potencial de volver a caer en la conducta adictiva.
La adicción es un comportamiento complejo, ya que el individuo pierde el control sobre sí mismo y tiene un impulso irrefrenable hacia algo, a sabiendas de que su actitud es dañina y perjudicial.
La medicina y la psicología intentan la curación de las conductas adictivas y, al mismo tiempo, estudian cuáles son los mecanismos y las causas que la provocan. Se cree que hay un componente hereditario en las adicciones, aunque el factor emocional y social tiene sin dudad un papel relevante.
La palabra adicción tiene una curiosidad que vale la pena recordar. Es muy similar a otra: adición. Así, adicción y adición son términos parónimos, pues su semejanza es considerable, lo mismo que especie-especia, docena y decena y otras.