Uno de los términos que más utilizamos en nuestro día a día pero que pocas veces nos detenemos a observar o a reflexionar qué quiere decir realmente es aquel que aquí buscamos definir. La palabra programa sirve para muchas diferentes cosas y situaciones y aunque se utiliza con el mismo significado, los sentidos y usos varían mucho. Esto es lo que hace que el término sea muy interesante.
Una forma de describir a algo que se sistematiza
Si bien no hay una acepción o explicación clara sobre el significado de la palabra programa, se considera que la misma proviene del griego, idioma en el cual podría haber significado «orden del día». Así, la idea de programa o de programar algo supone una cierta rutina, una sistematización de algo que de otro modo sería mucho más aleatorio.
En este sentido, podemos encontrar en nuestro idioma común y corriente un gran número de situaciones en las que se puede utilizar la palabra programa: cuando hacemos referencia a un programa de nutrición, a un programa académico, a un programa de recuperación de una adicción, a un programa informático o incluso a un programa de televisión.
Elementos, partes y etapas dan forma a un programa
Para entender lo que es un programa, podemos decir que hablamos de un conjunto de prácticas, elementos o partes que se combinan entre sí de modo tal que se enlazan y se unen para lograr un objetivo. Por ejemplo, cuando usamos el término de programa de nutrición, necesitamos hablar de etapas, de pasos a cumplir, de una rutina, de elementos necesarios para poder cumplir con ese programa, etc. Nunca un programa se vale sólo de elementos sueltos y sin una lógica que se van dando de manera espontánea o caótica. Muy por el contrario, es importante que estén ordenados y vinculados de una manera lógica entre sí.
La planificación es un elemento central de cualquier tipo de programa
Para poder llevar a cabo cualquier programa es necesario tener en cuenta la planificación. Esto es así debido a que programar algo supone prever el futuro y pensar un orden que debe cumplirse de manera regular y ordenada. Un programa de recuperación de una adicción implicará siempre pensar objetivos concretos y bien definidos que deberán ir cumpliéndose paso a paso, detalle a detalle, con posibles recaídas o errores. Sin embargo, la presencia de ese programa ayudará a continuar con los objetivos planteados y no perder el rumbo.
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