Biografía de Virgen de Juquila

La Virgen de Juquila es una advocación mariana. Nuestra Señora Inmaculada de Juquila. Icono religioso de la etnia chatina, originaria de Oaxaca, desde el siglo XVI. Es venerada en la ciudad de Santa Catarina de Juquila ubicada en la parte sur del estado mexicano de Oaxaca. Se integró a la tradición e identidad indígena cuando la Virgen de la Purísima Concepción llegó a Juquila con el Fray dominico Jordán. Su festividad se celebra cada 8 de diciembre, especialmente en Santa María Ecatepec, con misas, danzas y música tradicionales, procesiones, entre otras actividades. Es la tercera advocación mariana más venerada en México después de la Virgen de Guadalupe y la Virgen de San Juan de los Lagos. Es la segunda patrona de Oaxaca. Su templo es anualmente visitado por unos dos millones y medio de personas. En 2014, el Papa, permitió su coronación.

1272

Se fundó la comunidad de Juquila. Los primeros pobladores procedieron de la región mixteca.

1527

La leyenda cuenta que, el fraile dominicano Fray Jordán, visitó el lugar en una misión evangelizadora y empleó a un campesino, a quien, además de proveerle trabajo, lo educó en la fe religiosa. Cuando se estaba por retirar, Jordán, le regaló una imagen de la Virgen de la Purísima Concepción.

Dicha imagen estaba hecha de madera policromada tallada, algo decolorada y sensible por el paso del tiempo. Mide 30 cm. de alto y 10,5 cm. en la parte más ancha de su base con la luna.

Posteriormente, se decidió resguardar a la imagen con un protector de plata que evita que sea tocada o manipulada directamente.

1630

La imagen es trasladada a una capilla de Zacate. Durante una quema de terrenos para apuntalar las actividades agrarias, el fuego, se descontroló y se produjo un incendio que alcanzó a la mencionada capilla. La construcción se redujo a cenizas, mientras que, milagrosamente, la imagen de la Virgen no sufrió ni una sola quemadura.

A partir de este suceso se le atribuyó un poder milagroso.

1784

Trasladaron la imagen al centro de la ciudad de Juquila y se levantó un templo en su honor.

Después de la Virgen de Guadalupe es la más venerada. Su templo es el sexto santuario más relevante del país y cada año es visitado por más de dos millones de fieles que le dan las gracias por milagros o favores recibidos, le hacen ofrendas, o le prometen acciones.

2014

El Papa Francisco concedió que se coronase su imagen.

Sus señas físicas y atributos cuentan: una aureola compuesta por 12 estrellas y la luna debajo de sus pies, que evocan a la mujer del Apocalipsis, plena de luz, en el marco de su lucha contra el dragón (satanás). También representa la lucha de la iglesia y sus miembros contra el mal, que procura que predomine el bien en el mundo, a través del paso del tiempo.

Dispone de una corona compuesta por mazorcas de maíz, ángeles y flores de Oaxaca; y una cruz con un rubí. La parte inferior de la corona contiene esmeraldas y pasajes del evangelio grabados (la anunciación, las bodas de Caná, el calvario, la huida a Egipto y el nacimiento, entre otros).

Está peinada con dos grandes trenzas, típico peinado de las mujeres indígenas.

Viste un vestido en tela tisú de plata que permite visualizar sus manos. En el frente inferior sobresale el monograma de Jesús.

El manto que lleva es de raso de seda de color azul turquesa, con bordados de hilo de oro y azucenas.

En ambos lados del manto se presentan los monogramas de María y José, que junto al de Jesús, evocan a la Sagrada familia.

Tiene incrustaciones de perlas, y en la parte superior derecha sobresale una paloma en vuelo que sostiene un ramo de olivo, hecha en plata, que remite al espíritu santo y expresa el don de la paz.

Porta el bastón de mando indígena. En la parte de atrás del manto, dispone de los escudos del Papa y del arzobispo, como detalle de la coronación pontificia.

Miguel, Rafael y Gabriel, los tres arcángeles, aparecen pequeños, en plata. El primero refiere “quién como Dios”, es el que venció al demonio; Rafael expresa la “medicina de Dios”, es el buen compañero, el que guía el camino hasta la meta. Brinda buenos consejos y aleja los daños. Ofrece medicinas para los males. Y Gabriel es la “fortaleza de Dios”, el mensajero de las buenas noticias, que anuncia a la virgen su elección y misión, en el marco del plan de Dios.

La base tallada en madera invoca las raíces y cultura de Oaxaca. Y el mundo a sus pies indica la derrota del mal y la victoria absoluta del bien.


Escrito por Editorial para la Edición #57 de Enciclopedia Asigna, en 11/2017.