- 26/08/1910
- 1928
- 06/01/1929
- 24/05/1931
- 1944
- 1946
- 1950
- 1965
- 1979
- 1983
- 1985
- 1993
- 05/09/1997
- 2003. Post Mórtem
- 04/09/2016
Nació en la ciudad de Uskup, por aquel tiempo parte del Imperio Otomano, región identificada como Macedonia del Norte.
Se formó en el seno de una familia de clase acomodada que perteneció a la etnia albanesa. El nombre con el cual fue anotada es Anjezë Gonxhe Bojaxhiu. La denominación religiosa que utilizó fue la de Madre Teresa, luego se le añadió el Calcuta, porque su labor estuvo concentrada en esta ciudad de la India, capital del estado de Bengala Occidental.
Su padre, que se dedicaba a la política, falleció en un episodio confuso cuando ella tenía 9 años.
Su madre la instruyó especialmente en la fe católica.
Estudió en la escuela pública de su ciudad y fue una activa participante de las actividades religiosas que se desarrollaban en su comunidad.
Cantó en el coro de la parroquia e integró la congregación Sodalicio de Nuestra Señora.
Desde temprana edad manifestó su vocación religiosa. Admiró profundamente el trabajo de los jesuitas yugoslavos en Bengala.
Ingresó en la Abadía de Loreto que formaba parte del Instituto de la Bienaventurada Virgen María de Irlanda. Estudió inglés y luego partió a India, a Bengala más precisamente, donde pensó en trasladar el mismo trabajo de los jesuitas.
Cursó estudios de Magisterio.
Llegó a Calcuta donde vivió hasta su muerte en plena dedicación de cuidado y asistencia de los pobres y enfermos.
Se recibió de monja e hizo votos de castidad, obediencia y pobreza.
Fue profesora de geografía y de historia por más de dos décadas en el St. Mary’s High School de Calcuta.
Fue directora de la escuela St. Mary’s High School.
Se dedicó exclusivamente a la asistencia de los más necesitados, en el contexto de la guerra entre hindúes e indios musulmanes, tras solicitar permiso al papado y obtener su conformidad.
Estudió enfermería.
Fundó la congregación Misioneras de la Caridad, en India, en donde se dedicó con exclusividad a la asistencia de la población más pobre, los literalmente abandonados por el estado: niños huérfanos, ancianos, refugiados, personas sin hogar, leprosos, ciegos, entre otros.
El sostenimiento económico de la misma se logró gracias a los aportes económicos que llegaron de todo el mundo, a medida que su figura y su causa eran reconocidas y conmovían a todos.
Cabe destacarse que, su actividad la llevó a cabo en un país donde la mayoría de la población profesa el islam y el hinduismo y solo un poco más del 2 % se confiesa católico.
Le entregaron la nacionalidad india.
Su congregación es reconocida oficialmente por el Vaticano.
Recibió el Premio de la Paz por su labor y especialmente porque su acción de caridad no estuvo jamás relacionada a una bandería política o ideológica.
En la ceremonia de recepción del premio brindó un discurso en el cual se manifestó en contra del aborto.
Para sus seguidores a ella solo la movió el amor. Visitó y fue admitida en infinidad de países, incluso aquellos que no profesaban la fe católica, a la cual Teresa adscribía.
Sufrió un infarto y le colocaron un marcapasos. Su salud comenzó a deteriorarse.
Fue una gran amiga del Papa Juan Pablo II.
Fue homenajeada en la Casa Blanca, por el entonces presidente republicano Ronald Reagan.
Contrajo malaria en Nueva Delhi.
Falleció en la ciudad de Calcuta, India. Tenía 87 años.
El gobierno le ofreció un funeral de estado como a cualquier dirigente político de peso y su cuerpo fue inhumado en la Casa madre de las Misioneras de la Caridad.
Su tumba se erigió en un lugar sagrado, de convocatoria de peregrinaciones y rezos para los católicos que visitan Calcuta.
Fue beatificada, paso previo a la canonización.
Fue canonizada por el Papa Francisco, habiendo pasado 19 años de su fallecimiento.
Se calcula que hay 4.500 mujeres alrededor del mundo que siguen su legado y despliegan su sistema en 130 países.
No podemos soslayar que ha tenido detractores y fue muy cuestionada, especialmente por el manejo y el origen de los fondos de su congregación.
El periodista y autor inglés, Christopher Hitchens, en su libro The Missionary Position: Mother Teresa in Theory and Practice, la trató de oportunista y detalló, según él, muchos hechos que la alejan del personaje cándido y bueno que se ocupó de construir.
En lo estrictamente económico, la acusó de haber estado muy cerca de dictadores y empresarios con negocios non sanctos que aportaron a su congregación y que incluso nunca exhibió ningún libro contable sobre la gestión de las donaciones dinerarias.
No son pocos los que sostienen que ha usado a los indios pobres para agrandar el tesoro de su organismo de caridad.
Por otra parte, se le ha criticado no haber desarrollado una campaña a favor del control natal y que el hospital de su congregación era muy básico para atender los casos graves que se presentaban.
También, la han acusado de viajar en primera clase en los aviones y de atenderse en clínicas privadas fuera de la India.