- Orígenes
- Misión divina y diluvio universal
- Refundar la tierra
- Longevidad y Muerte
- 2014
Habría nacido en la región mesopotámica. Hijo de Lamec y nieto de Matusalén, también patriarcas antediluvianos, y descendientes de Adán, a través de Set. Se dedicó a las labores de agricultura.
Se le presentó Dios, y le dijo que, como el hombre más justo de la generación sería salvado del castigo que le tenía preparado al resto de la humanidad pecadora.
Le encomendó la construcción de un arca. En la embarcación además de a su familia, su esposa, y sus hijos: Sem, Cam y Jafet, y las esposas de estos, tuvo que alojar siete parejas de animales (macho y hembra), silvestres y domesticados, y lo propio hizo con las aves.
Luego de siete días de permanencia en el arca se produciría una tremenda tempestad durante 40 días y 40 noches.
Cuando todo este suceso ocurrió tenía alrededor de 600 años.
Cabe destacarse que, perteneció a los patriarcas antediluvianos que se caracterizaron por su longevidad.
Su familia, los animales, y aves que escogió, entraron al arca una vez terminada su edificación; acto seguido se sucedió el diluvio universal que acabó con todos los seres vivientes, cuando los grandes caudales de agua cubrieron la tierra en su totalidad. Cuando el diluvio comenzó tenía 600 años.
Llegó con la artesanal embarcación que construyó a los montes de Ararat (actual frontera de Turquía con Armenia), al menos eso indica la Biblia como el lugar que asumió como improvisado puerto, para tocar tierra por primera vez después de intensas jornadas en altamar, 40 días y 40 noches, dominadas por la intensa lluvia.
Descendió del arca tras varios meses de esperar que las aguas que lo taparon todo bajen. Junto a su familia y los animales que escogió para la aventura, y en ese preciso lugar que desembarcó, comenzó la refundación y repoblación de la tierra, bajo la estricta mirada y designios divinos.
Pero antes de ello, soltó un cuervo para comprobar que las aguas se estuviesen retirando; también envió a una paloma, pero cuando la misma apreció que no tenía lugar para posarse regresó al arca. A los siete días, volvió a enviar a la paloma y esta volvió con una rama de olivo, hecho que le permitió saber que estaba renaciendo la vida en la tierra, tal lo prometido por Dios.
Al año, la tierra se secó, y tras recibir la orden de Dios, dejó el arca.
Su primera actividad fue trabajar la tierra: plantó una viña.
Murió a los 950 años, 350 después del diluvio universal. Ocupó el tercer lugar en el podio de los patriarcas antediluvianos más longevos, detrás de: Matusalén y Jared.
La historia de Noé no se circunscribió únicamente a la Biblia. No fue un personaje que despertó el interés únicamente de los creyentes de las principales religiones monoteístas: islam, cristianismo y judaísmo, sino que su vida y obra acapararon la atención de toda la humanidad, más allá de las creencias religiosas.
Su vida fue, y seguramente lo siga siendo, objeto de infinidad de cuentos, libros, producciones audiovisuales, entre otras.
Se estrenó la película Noé. Una superproducción de Hollywood que utilizó toda la parafernalia de dicha industria para presentar una muy producida y nueva mirada sobre este acontecimiento bíblico emblemático: el arca de Noé y el diluvio universal.
Dirigida por Darren Aronofsky, y estelarizada por Russell Crowe en el rol de Noé, implicó una inversión de 100 millones de dólares y se rodó en Islandia.
Lo más original acerca de esta propuesta es que se construyó un arca que respetó las medidas originales que se indicaron en la biblia, en un gran parque de Long Island, en Estados Unidos.