Se denomina vejez al período último de la existencia humana, aquel que se encuentra cercano con la inexorable muerte. La vejez se ha extendido con el paso de los años como consecuencia de las mejoras en el plano de la salud, circunstancia que ha posibilitado una mejora en las condiciones de vida. La vejez se caracteriza por la finalización de la actividad laboral o al menos una disminución considerable de este tipo de actividad. Es el período en el que el organismo tiene mayor posibilidad de padecer diversas dificultades y es por ello que los gastos en salud se incrementan. Esta etapa ha sido tomada de diversas maneras a lo largo de la historia, siempre en relación con la cultura que se esté considerando.
La vejez implica, además de un proceso biológico, una determinada circunstancia considerada desde el punto de vista social. En efecto, en el pasado, sobre todo en algunas civilizaciones puntuales, la vejez era considerada con mucho respeto. En efecto, los líderes de los distintos grupos humanos se caracterizaban por tener una importante suma de años a cuesta, circunstancia que garantizaba que tuviesen una experiencia lo suficientemente importante como para garantizar seguridad al grupo. No obstante, es importante señalar que lo que en estas épocas pretéritas se consideraba vejez es harto distinto de lo que hoy consideramos como tal. En efecto, si consideramos la esperanza de vida de aquellos tiempos, vemos que en aquellos momentos una persona de cuarenta años ya se consideraba anciana.
En el presente en cambio, una persona pasa a considerarse anciana cuando cruza la frontera de los sesenta años aproximadamente. Esta circunstancia se debe al hecho a que es en estos momentos en los que comienza a dejarse de trabajar y a cobrar una pensión o jubilación. Además de este hecho, cabe decir también que en esta etapa es en donde comienzan las necesidades en materia de salud. En efecto, en estos momentos el cuerpo comienza a requerir mayores cuidados y es por ello que los costos en este sentido aumentan. Es en general un período en donde ya se ha pasado por una construcción de una vida, con hijos e incluso nietos.
La circunstancia más relevante desde el punto de vista de esta etapa de la existencia es el hecho de que se acentúa la proximidad de la muerte. Esta circunstancia hace que la persona atravesando este período tenga toda una serie de experiencias interiores que sean un verdadero desafío de confrontar.