Uber es una compañía multinacional fundada en 2009 en Estados Unidos. En la actualidad se encuentra en los cinco continentes y proporciona servicios de transporte a través de una aplicación. Su actividad económica se basa en el siguiente esquema:
1) un usuario solicita a través de la aplicación de Uber un servicio de chófer,
2) un conductor asociado a la compañía recibe un mensaje con unas indicaciones para ir a recoger el cliente y
3) una vez que el cliente ha realizado el viaje, el importe del mismo se paga por medio de una tarjeta de débito o crédito, o directamente en efectivo. Con respecto a la tarifa, Uber cobra una comisión del 25% y el resto es para los conductores.
Tanto el cliente como el conductor pueden calificarse mutuamente o dejar algún comentario a través de la aplicación. Como otras muchas actividades económicas basadas en las nuevas tecnologías, se trata de un modelo que genera una gran controversia entre partidarios y detractores.
¿Qué implica este fenómeno?
El modelo de Uber se ha extendido a todo tipo de sectores empresariales y por este motivo se ha acuñado un nuevo concepto, uberización. Se trata de un planteamiento empresarial que conforma un nuevo paradigma en las relaciones laborales y algunas de sus características son las siguientes:
– Los contratos laborales tradicionales desaparecen, ya que el trabajador que proporciona el servicio está asociado a una compañía y entre uno y otro no hay un convenio regulador.
– El trabajador asociado es requerido para tareas concretas y no tiene un salario mínimo garantizado, un horario preestablecido o un periodo de vacaciones acordado en un contrato.
– El nuevo modelo implica la destrucción del trabajo convencional y la creación de trabajadores autónomos.
Como resultado de la expansión de este nuevo sistema, algunos analistas consideran que las empresas pequeñas y medianas no podrán competir con las grandes corporaciones que facilitan servicios a través de aplicaciones u otras plataformas online.
Un fenómeno creciente y para muchos inevitable
Toda revolución tecnológica implica una serie de consecuencias, algunas favorables y otras negativas. Cuando aparecieron los primeros automóviles a principios del siglo XX, se abrieron todo tipo de posibilidades, pero aquellos que llevaban carros de caballos se vieron claramente perjudicados. Con la uberización sucede algo similar, pues supone una serie de ventajas para los usuarios, pero algunos sectores se ven muy afectados. En este sentido, los servicios de Uber son duramente criticados por los taxistas, los cuales consideran que el modelo competidor representa una competencia desleal en el sector del transporte.
Este nuevo concepto se utiliza cada vez más para referirse al nuevo modelo empresarial y se va extendiendo en todo tipo de sectores, como el de la sanidad, la educación o el comercio. Por este motivo, algunos analistas ya hablan de la uberización de la economía.