El concepto de Tierra de Nadie es un concepto que ha existido históricamente para designar a aquella porción de tierra que, en un enfrentamiento bélico entre dos o más partes, no es reclamada por ninguna de las partes involucradas y que por lo tanto actúa como un espacio de excepción a las reglas y normas de la guerra. La Tierra de Nadie es igualmente de dura y cruel que cualquier territorio expuesto al conflicto ya que pone al descubierto las miserias humanas, el dolor y el sufrimiento de la guerra.
Las principales características de un espacio que no es alcanzado por las reglas de la vida humana
Para caracterizar y definir lo que es la Tierra de Nadie podríamos comenzar diciendo que la misma no se ajusta a ningún tipo de regla conocida. Esto es así, ya que históricamente, en conflictos y guerras llevados a cabo por la Humanidad siempre existieron espacios en disputa sobre los cuales la guerra y el choque militar se hacía presente de otro modo. La Tierra de Nadie, tal como lo dice su nombre, es propiedad de nadie pero de todos al mismo tiempo, ya que al no ser reclamada por nadie puede también ser reclamada por todos.
La Tierra de Nadie es también el espacio donde las reglas no existen, no hay valores, no hay moral, no hay Humanidad posible. Al no existir gobierno o poder en ese lugar, cada ser humano es libre de hacer lo que necesite para sobrevivir porque de ello dependerá su propia existencia.
La relación entre el concepto de Tierra de Nadie y la Primera Guerra Mundial
A pesar de haber existido en la práctica de manera previa, la realidad y la historia nos demuestran que este término ha sido vinculado tradicionalmente con las estrategias militares propias de la Primera y de la Segunda Guerras Mundiales. Las mismas, ocurridas a principios del siglo XX y hasta la mitad del mismo, significaron una nueva metodología de lucha que implicó poner en uso mayores niveles de violencia, agresión y belicidad entre los bandos combatientes.
Estas guerras, conocidas como guerras de trincheras, generaron necesariamente un espacio que se ubicaba en la distancia entre las trincheras de un bando y del otro. En ese lugar, conocido como Tierra de Nadie, donde la nada, la muerte y la destrucción gobernaban, la presencia o la vida eran un peligro, ya que cualquier soldado o ejército que se animara a cruzarla podía verse sometido a la agresión directa del otro bando. Así, quedó en la mayoría de los casos como un espacio desolado, deshabitado e impenetrable que nadie se animaba a transitar.