Teofrasto, también sindicado como Tirtamo, ya que éste último sería su nombre real y el primero el apodo con el cual lo bautizó Aristóteles oportunamente, fue un filósofo griego contemporáneo de Aristóteles justamente, con quien incluso entabló una profunda amistad; se cree que habría nacido en la Isla de Lesbos, actual Grecia, en el año 372 A.C., unos pocos años antes que Aristóteles y que habría fallecido en el año 288 A. C.
Respecto de su formación académica, Teofrasto, asistió tanto a la academia de Platón como a la de Aristóteles, aunque, sería con este último con quien establecería una duradera amistad al tiempo que profundizó en algunas variantes del pensamiento aristotélico, por ejemplo, a él se le atribuyen algunas innovaciones respecto de la lógica aristotélica.
Así es que Teofrasto desarrolló una importante cantidad de teoremas a instancias de la lógica proposicional.
Y para dar más evidencias de la estrecha relación Teofrasto-Aristóteles, cabe destacar, que éste último le legó sus escritos, su biblioteca, lo nombró tutor de sus hijos y además lo designó como su sucesor en el Liceo, la escuela matemática fundada por Aristóteles en el año 336 A.C.
También presidió la Escuela Peripatética (seguía las ideas aristotélicas) durante 36 años, en los cuales la misma creció considerablemente llegando a ostentar el número de 2.000 alumnos.
Su obra más destacada fue Caracteres Eticos, la cual más tarde ejercería una notable influencia en las clasificaciones que posteriormente se hicieron respecto de caracteres y de tipos psicológicos.
Pero la filosofía y la psicología no son las únicas materias en las cuales Teofrasto dejó su impronta, la botánica, la física, la geología, la política y la metafísica.
también resultaron ser objetos de su interés y en cada una supo dejar su huella.
Acaecida su muerte, los atenienses le rindieron homenaje y honraron con un funeral público, como se le realizan a los personajes más importantes de nuestro tiempo.