Biografía de Silvina Luna

Nació en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.

Trabajó como modelo y promotora antes de incursionar en la televisión.

Participó de la segunda edición de Gran Hermano. Se consagró subcampeona del certamen y fue una de las participantes más queridas del exitoso programa.

Su belleza y espontaneidad fueron clave para ganarse un lugar en la ansiada final.

Cuando terminó el programa fue convocada por diversos productores para continuar ligada al medio artístico.

Integró los elencos de varias obras de teatro de revistas, programas de televisión y fue la imagen de diversas marcas.

Decidida a enfocarse en su carrera de actriz, asistió a varios cursos y talleres y estudió teatro con el prestigioso maestro de actores Julio Chávez.

Realizó su primera participación en el reality y concurso de baile, Bailando por un sueño, conducido por Marcelo Tinelli.

Fallecieron sus padres durante el mismo año. Su única familia fue su hermano menor Ezequiel.

Compitió nuevamente en el certamen Bailando por un sueño.

Se sometió a una operación de glúteos con el doctor Anibal Lotocki.

Atraída por la promesa de lograr una “cola perfecta”, algo que en aquellos tiempos deseaba por no sentirse conforme con su apariencia, recurrió al mencionado doctor que se presentaba en los medios como un especialista.

Inmediatamente después de la operación comenzó a padecer terribles dolores en la zona operada, y también su lucha para quitarse del organismo el material que el médico le aplicó: metacrilato.

A posteriori descubrió que “le había envenenado el cuerpo”, según afirmó en más de una ocasión.

Se sumó al panel del programa humorístico Zapping Diario.

Le diagnosticaron la enfermedad de hipercalcemia crónica, la cual, progresivamente, desencadenó en una insuficiencia renal aguda. La causa que habría originado dicha afección fue consecuencia directa de la intervención que Lotocki le practicó en los glúteos. El material utilizado, en una cantidad desproporcionada a la recomendada, le causó granulomas en las piernas y dolores insoportables en todo el cuerpo.

Fue panelista del programa deportivo Fox para todos.

Denunció públicamente al doctor Aníbal Lotocki por mala praxis y luego presentó la denuncia ante la justicia.

También lo acusó de haberla engañado, no solamente omitiendo que no era cirujano plástico, sino respecto del material que le colocó en piernas y glúteos, oportunamente, ya que le aseguró que no le produciría ningún efecto colateral.

Protagonizó la película Loca ella, loco yo.

Vivió un año en Miami, Estados Unidos, país en el cual realizó varias consultas con diferentes médicos para quitarse del cuerpo el metacrilato. El intento fue infructuoso ya que todos los especialistas consultados coincidieron en que ello era imposible, porque una vez que ingresa en el cuerpo se dispersa por todo el organismo.

Comenzó su tercera participación en el reality Bailando por un sueño.

Inició un promocionado romance con el cantante de cumbia El Polaco. También estuvo en pareja con el músico Iván Noble y el DJ Manu Desrets, entre otros.

Escribió el libro Simple y consciente, producto del trabajo interior que realizó para aceptar su enfermedad y transitar con paz la anhelada recuperación.

Se convirtió al budismo, en el marco del mencionado proceso de introspección.

Lotocki fue condenado a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina por haber incurrido en lesiones graves contra ella y otras tres pacientes: Stefy Xipolitakis, Pamela Sosa y Gabriela Trenchi.

El tribunal determinó que las cuatro se encontraban sanas antes de las intervenciones del médico y que luego de ellas se les desencadenaron diversas afecciones porque les colocó grandes cantidades de productos prohibidos para ser aplicados en el cuerpo humano.

El médico siempre negó su responsabilidad en el caso de Luna y del resto y lo atribuyó a enfermedades preexistentes de sus expacientes.

Participó del reality El hotel de los famosos, pero debió abandonar el juego por sus reiterados problemas de salud.

Inició un tratamiento de diálisis para tratar la enfermedad de sus riñones y los médicos le confirmaron que debería someterse a un trasplante de riñón.

Se complicó su estado de salud y fue nuevamente internada de urgencia en el Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA).

Falleció luego de permanecer más de setenta días internada en el HIBA. Padeció varias y sucesivas infecciones que deterioraron su ya difícil cuadro; antes de fallecer debió ser intubada para mantenerla con vida. Según sus familiares y allegados, peleó hasta el último día, pero su cuerpo tan enfermo no aguantó.

Sus restos fueron velados en la Asociación Argentina de Actores y luego inhumados en el panteón de actores del Cementerio de la Chacarita.

Su hermano Ezequiel, representado por su abogado Fernando Burlando, solicitó a la justicia la realización de una autopsia sobre el cuerpo de su hermana para obtener restos del material que le inyectó Lotocki y saber a ciencia cierta si fue mezclado con otras sustancias no permitidas.

Cabe destacarse que, además de Luna, fallecieron otros dos pacientes de Lotocki a causa de mala praxis: el productor de moda Mariano Caprarola, unas semanas antes, y el empresario Cristian Zárate en 2021.