Las entidades financieras tienen la potestad de no revelar toda la información sobre sus clientes a las administraciones públicas. Así, el secreto bancario consiste en la protección que los bancos e instituciones financieras deben otorgar a la información que tienen sobre sus clientes, pues de lo contrario dicha información estaría expuesta al mal uso de terceras personas. En otras palabras, el secreto bancario debe entenderse como una variante del secreto profesional, pues implica la no difusión de información a terceras personas.
Si por cualquier circunstancia un empleado de banca divulgase información financiera sobre algún cliente estaría cometiendo un delito y debería asumir una responsabilidad por su acción negligente. Hay que tener en cuenta que el cliente de un banco tiene unos derechos, entre los que se encuentran el derecho a la intimidad, a la imagen y al honor.
Excepciones al secreto bancario
A pesar de que las leyes obligan a que las entidades bancarias deban respetar el denominado secreto bancario, existen algunas excepciones. Por ejemplo, cuando las instituciones tributarias requieren explícitamente la información de un contribuyente o cuando hay un mandato judicial de obligado cumplimiento el cual tiene el propósito de realizar alguna pesquisa criminal.
El problema del secreto bancario
Las leyes que protegen la privacidad y el secreto bancario tienen un inconveniente: se dificulta el control fiscal del dinero y, por lo tanto, se trata de una barrera que permite la evasión de capitales y el correspondiente fraude a la hacienda pública. Debido a ello, hay algunos analistas que proponen la abolición del secreto bancario tal y como existe en la actualidad.
Una variante de la misma idea consistiría no en la abolición total del secreto bancario sino en la posibilidad de acceder a la información de las cuentas bancarias con el fin de establecer un control fiscal más eficaz por parte de la administración. Como es lógico, quienes defienden la legitimidad del secreto bancario sostienen que el acceso a la información financiera equivale a la vulneración de las leyes que protegen el secreto bancario.
Los «Papeles de Panamá» y la fragilidad del secreto bancario
El debate sobre el secreto bancario tiene un carácter global y prueba de ello es el escándalo de los » Papeles de Panamá» aparecido en marzo de 2016. La revelación de datos sobre las actividades financieras que afectan a particulares y a empresas ha puesto sobre la mesa la complejidad del secreto bancario y la fragilidad del mismo, pues en la actualidad hay medios tecnológicos y expertos informáticos (los famosos hackers) que pueden debilitar y cuestionar la protección del secreto bancario.