Un reglamento es un conjunto de normas y pautas que tienen como objetivo ordenar una actividad. Existen reglamentos destinados a todo tipo de ámbitos: en la esfera deportiva, relacionados con la disciplina escolar, con el tráfico o con la actividad parlamentaria de una nación. En términos sencillos se podría afirmar que un reglamento establece lo que se puede hacer y lo que no en el marco de una actividad.
Consideraciones generales sobre la idea de reglamento
Cualquier actividad humana necesita de una reglamentación, ya que sin ella imperaría el desorden y la injusticia. La idea de todo vale solo es aplicable en un mundo no civilizado.
La mayoría de reglamentos nacen de la necesidad. Pensemos en un grupo de niños que juegan a fútbol en el patio de un colegio. Inicialmente no necesitan demasiadas reglas, pero si se organiza una competición escolar es necesario incorporar un esquema general que actúe como reglamento.
Como pauta general los reglamentos van incorporando cambios y modificaciones para adaptarse a las nuevas circunstancias de cada actividad. Pensemos en una comunidad de vecinos que comparten una piscina y que cuentan con un conjunto de normas básicas para disfrutar de ella (horarios, medidas de seguridad y algunas prohibiciones generales). Es muy probable que vayan apareciendo circunstancias problemáticas en la piscina y que con el paso del tiempo se incorporen nuevas reglas (no jugar con pelotas, ducharse antes de nadar, no comer en la piscina y otras).
Un reglamento puede ser muy completo pero tener algunas lagunas o limitaciones. En este sentido, cuando se producen circunstancias al margen de lo establecido en el reglamento se hace necesario replantear el mismo e incluso redactar uno nuevo. Por otra parte, el reglamento debe ser interpretado por alguien, por ejemplo un árbitro. El papel que cumple el juez o intérprete del reglamento es fundamental, pues debe saber adaptar adecuadamente la norma general a las circunstancias particulares.
La importancia de las reglas no escritas
Todo reglamento se recoge en un documento en el cual se detallan normas, prohibiciones y consideraciones diversas. Sin embargo, hay aspectos que difícilmente se pueden contemplar en los reglamentos, las reglas no escritas. Pensemos en el reglamento del fútbol en el que se explican todas las peculiaridades sobre cómo debe jugarse este deporte. A pesar de todas las indicaciones especificadas hay dos reglas que no aparecen en el reglamento y que son fundamentales: saber ganar y saber perder. Se trata de una norma que no es medible pero que forma parte de la naturaleza del propio deporte.
El listado de reglas no escritas en el mundo de fútbol es bastante amplio: el intercambio de camisetas entre los jugadores, respetar el himno nacional del rival o no intentar jugar la pelota cuando un contrincante se encuentra en el suelo lesionado, entre otras muchas. Todas ellas conforman reglas paralelas a las escritas, pero son igualmente importantes. El ejemplo de las reglas no escritas del fútbol sirve para recordar que un reglamento es algo más que un conjunto de reglas.