Una ratificación es una confirmación de una circunstancia, de una expresión o de un hecho. En general la expresión se utiliza para dar una explicación a terceros, es decir, para corroborar a otras personas algún supuesto que fue puesto en duda. Es por esta circunstancia por la que podrá encontrarse al término empleado en una amplia variedad de contextos. No obstante, desde el punto de vista jurídico el término suele emplearse en casos puntuales en donde existe una necesidad específica de aclarar una determinada circunstancia; en estos casos, una ratificación será ante todo dar validez a una declaración o informe determinado ante una autoridad competente. También es posible hacer referencia al término en el contexto de la ciencia.
Existen determinados casos en donde pueden existir errores, malas interpretaciones o simplemente vicios que hagan que una determinada afirmación pueda ser puesta en duda. Una ratificación viene a eliminar esta duda, haciendo que en nuevas circunstancias dichos o declaraciones puedan ser corroborados, puedan ser afirmados nuevamente. En efecto, esta acción tiene como finalidad eliminar contextos que pudiesen alterar al contenido de lo dicho: al afirmarse nuevamente algo en otras circunstancias puede establecerse con más firmeza la veracidad de lo expresado. Es así como puede entenderse que una ratificación es aseverar nuevamente algo bajo otro contexto enunciativo.
Como ya se ha esbozado, este tipo de procedimiento es especialmente importante en el derecho, sobre todo en lo que respecta a declaraciones. Ciertamente, cada país o estado puede tener sus propias variantes al respeto, pero es una posibilidad que existe y que garantiza que pueda tenerse en cuenta una aseveración posterior para algo expresado en el pasado. Así, una persona en el contexto de un determinado proceso puede ratificar o impugnar sus dichos.
Finalmente cabe señalarse lo que acaece en el ámbito científico cuando se contrastan las teorías. En este caso, una ratificación viene aplicada a una hipótesis, que parece reforzarse. Esto es distinto de decir, por supuesto, que la teoría es verdadera, tan solo es considerar que la misma jamás ha sido probada falsa. Para llegar a una ratificación en este contexto se establecen predicciones en función de la teoría que se considere; si estas predicciones ocurren dentro de un ámbito de experimentación, puede decirse que la teoría es ratificada, caso contrario podrá ser considerada falsa. Este tipo de proceder es parte del método científico, método que parte de la idea de formular especulaciones acerca de los fenómenos de la realidad para luego someter a estas especulaciones al rigor de la evidencia; la evidencia vendría en este caso a ratificar o a refutar lo planteado.