Irascible es un adjetivo que refiere a una persona que se deja llevar por la ira o por el enojo. El hecho de ser irascible puede entenderse también como un rasgo de conducta o de personalidad, rasgo que puede suscitar problemas si no se lo trata correctamente. La irascibilidad es un tipo de actitud que ha sido enormemente tratada en la historia de la filosofía como asimismo en la de la psicología, tratamiento que comparte con otras pasiones humanas. Es interesante entender la manera en que surge, se desarrolla y puede afectar a la vida humana; ciertamente, debemos convivir muchas veces con personas que tienen esta característica.
La ira, como las demás pasiones, no es buena ni mala en sí misma. Es ante todo una respuesta que se tiene frente a una situación que consideramos como nociva. De esta manera, la ira es una actitud que responde a algo que genera desagrado, que genera displacer. Lo que corresponde al plano de la moral es la respuesta que tenemos ante esta pasión. En efecto, la misma puede llevar a acciones extraordinariamente útiles como a verdaderas equivocaciones u obras desgraciadas; en el caso de que se busque solucione o se trabaje para la solución de determinados problemas, puede ser de gran utilidad, pero en la medida en que nos lleve a agravar a dichas situaciones, será ciertamente algo negativo.
Existen personas que tienen dificultades para hacer un uso racional de esta pasión. En efecto, si lo pensamos detenidamente, todos los individuos la experimentan, es una circunstancia natural. No obstante, no todos los individuos hacen de la misma un factor de generación de soluciones, de generación de respuestas. En estos casos en donde existe una mala respuesta ante la ira, podemos hablar de circunstancias que pueden llevar a una toma de decisiones que ciertamente puede ser harto negativa. De esta manera, la irascibilidad no es un problema si la misma es guiada por la razón; pero si esta circunstancia está ausente, puede llevar a la generación de daño.
Dado todo lo expuesto, es entendible que a medida que pase el tiempo seamos más racionales en el manejo de esta pasión, dejando de ser un problema el hecho de ser irascible. En efecto, las experiencias de la vida, la adquisición de nuevas facultades para responder a los problemas, el apoyo de distintos afectos, nos dan herramientas como para evitar que exista una mala respuesta en lo que respecta a la ira.