El pronombre es una categoría o clase gramatical que sirve para hacer referencia a un concepto ya referido con el fin de que el texto no suene repetitivo o bien porque dicho concepto se ha expresado dentro del contexto lingüístico o extralingüístico (como conversaciones). Según Hugo Duarte, en su trabajo Morfosintaxis, 2007, se lo puede segmentar en seis grupos: personales, posesivos, demostrativos, relativos, indefinidos e interrogativos, cuyas diferencias explicamos y ejemplificamos en estas líneas.
Una característica esencial de los pronombres es que estos no poseen un significado propio, sino que repiten un concepto o entidad que ya fue mencionado dentro de una oración o situación, a este concepto mencionado con anterioridad se le conoce como “antecedente” y podemos encontrarlo de forma explícita o tácita. Por ejemplo: Julia compró flores y yo las envolví. La palabra “las”, en este caso, funciona como un pronombre que está sustituyendo al sustantivo “flores”, así que podemos decir que “flores” es el antecedente de “las”.
Diferencia entre adjetivos y artículos en el manejo de pronombres
Es importante resaltar la distinción dado que algunos pueden coincidir. Los adjetivos y artículos siempre estarán acompañados de un sustantivo al que determinarán, mientras que los artículos se encargarán de sustituir a un sustantivo. Podemos ver esa diferencia en los siguientes ejemplos:
– ¿Quién compró las manzanas que están en la cocina?
– Yo las compré.
El primer “las” es un artículo que acompaña al sustantivo “manzanas”, mientras que el segundo “las” está repitiendo el sustantivo “manzana” mediante el objeto directo.
– ¿De quién es esta ropa?
– ¿Cuál?
– Esta.
En este caso, el primer “esta” es un adjetivo demostrativo que acompaña al sustantivo “ropa”, mientras que el segundo “esta” está repitiendo el concepto de “ropa”.
Clasificación y ejemplos
1. Pronombres personales
Los personales son aquellos que sustituyen a las personas en el discurso, cuando decimos personas nos referimos a las mismas que usamos al momento de conjugar un verbo y que son tres: primera persona (PP), aquella que enuncia; segunda persona (SP), se apela a alguien que está presente, pero no es quien enuncia, y; tercera persona (TP), aquella que puede no estar presente durante la acción o bien que no responde ni a la primera ni a la segunda persona. Para dejarlo más claro, veamos los pronombres personales que corresponden a cada persona.
PP: yo, mí, nosotros, nosotras.
SP: tú, ti, ustedes, vosotros, vosotras.
TP: él, ella, ello, ellos, ellas.
Para las mismas personas, también existen pronombres personales átonos y estos suelen estar relacionados con el objeto directo y el objeto indirecto.
PP: me, nos.
SP: te, os.
TP: la, lo, le, las, los, les, se.
2. Pronombres posesivos
Establecen una relación de pertenencia entre un objeto y un sujeto o una persona (de las tres ya mencionadas), por ejemplo: usa el lápiz negro, el tuyo.
En la siguiente lista puedes ver los pronombres posesivos de acuerdo con la persona a la que corresponden. Las formas principales están resaltadas en negrita y las demás son las mismas, pero con variaciones de género y número.
PP: mío, mía, míos, mías, nuestro, nuestra, nuestros, nuestras.
SP: tuyo, tuya, tuyos, tuyas, vuestro, vuestra, vuestros, vuestras.
TP: suyo, suya, suyos, suyas, su, sus.
3. Pronombres demostrativos
Los demostrativos se utilizan para señalar una relación de distancia entre un objeto y la persona que enuncia, por ejemplo: quiero una cuchara, dame esta; donde la palabra “esta” hace referencia a la cuchara y marca una relación de distancia entre el enunciador “yo” marcado por el pronombre “me” y el objeto “cuchara”. Existen tres principales tipos de distancia en los pronombres demostrativos: la primera marca una cercanía hacia mí, “este”, puede indicar un objeto ubicado en mi propia mano; la segunda marca una relación cercana con la segunda persona: “ese”, es decir, ese objeto que está más cerca de ti que de mí; y la tercera que indica un objeto lejano a las dos primeras personas como “aquel”. Estas tres formas mencionadas son las principales y presentan variaciones de género y número.
PP: este, esta, esto, estos, estas
SP: ese, esa, eso, esos, esas.
TP: aquel, aquella, aquello, aquellos, aquellas.
Es importante resaltar que en el pasado los pronombres demostrativos se diferenciaban de los adjetivos demostrativos con una tilde: esta y ésta. Por ejemplo: ¿Quieres esta casa? No, mejor ésta. Sin embargo, en la actualidad la Real Academia Española aconseja que ningún pronombre demostrativo debe acentuarse, debido a las reglas de acentuación relacionadas con las palabras graves o llanas. Antes era posible conservar el acento en caso de ambigüedad, pero esos casos son muy raros y actualmente la RAE recomienda no acentuar en ningún caso. Un ejemplo de ambigüedad sería:
¿Por qué compraron aquellos libros usados?
En este caso, “aquellos” es un adjetivo para el sustantivo “libros”.
¿Por qué compraron aquéllos libros usados?
En este caso, “aquéllos” es un pronombre que hace referencia al sujeto de la oración, es decir, aquéllos fueron los que compraron libros usados.
Como puedes notar, este último ejemplo podría cambiarse por un ¿por qué compraron libros usados?, o, ¿por qué compraron ellos libros usados?, por lo que los casos de ambigüedad resultan ser sumamente pocos y actualmente no es necesario tildar ni siquiera en estos casos.
4. Pronombres relativos
Los relativos suelen utilizarse dentro de una misma oración para hacer referencia a un antecedente ya mencionado como en el caso de las oraciones subordinadas. Estos pronombres pueden tomar la función de sustantivo, adjetivo o adverbio según sea el caso.
Sustantivo: que, quien, quienes, cual.
Adjetivo: cuyo.
Adverbio: donde, cuando, como.
El celular que me compraron funciona muy bien.
En el ejemplo anterior el relativo “que” hace referencia a la palabra “celular” y, debido a que esta es un sustantivo, la oración que le sigue “que me compraron” es una de tipo subordinada adjetiva pues está calificando al antecedente (celular).
5. Pronombres interrogativos
Son los que utilizamos para realizar preguntas y sustituyen a aquel sustantivo u oración que sería la respuesta: quién, quiénes, qué, cuál, cuáles, cuánto, cuánta, cuántos, cuántas.
¿Qué compraste? Compraste un celular.
En el ejemplo anterior, el pronombre “qué” está sustituyendo al sustantivo que se desconoce. Al avanzar en el texto podemos ver que, en este caso, “qué” se refiere a “un celular”.
6. Pronombres indefinidos
Ayudan a sustituir sustantivos de los que desconocemos o deseamos ignorar alguna característica, es decir, que son indeterminados: alguien, nadie, algo, nada, quienquiera, alguno, ninguno, muchos, pocos, bastantes, demasiados, varios, cierto, cualquiera, otros.
Nadie vino a la fiesta.
“Nadie” es nuestro pronombre indefinido que funciona como sustantivo y sujeto de la oración.
Referencias bibliográficas
Duarte Márquez, H. (2007). Morfosintaxis -de la oración al discurso. Puebla: Universidad Autónoma de Tlaxcala.Real Academia Española. (2010). Diccionario panhispánico de dudas.