En nuestra lengua, la mayor parte de las palabras se acentúan de acuerdo con las reglas de acentuación que clasifican a las palabras en agudas, graves y esdrújulas (e incluso sobre esdrújulas). Sin embargo, existen algunas excepciones y consideraciones especiales, además de las ya conocidas reglas; estas se distinguen dando un nombre al tipo de acento; los principales son el diacrítico, el enfático, el enclítico y el de ruptura.
Diacrítico
Este acento se utiliza para distinguir aquellas palabras que tienen la misma forma, pero pertenecen a categorías gramaticales diferentes, como es el caso de “él” como pronombre y “el” como artículo. Además, muchas veces, aunque no siempre, este tipo de acento también marca una entonación más fuerte, por ejemplo, en la oración: Vi el libro en tu vitrina y no pude evitar dárselo a él, a tu padre. En esta oración es posible notar la diferencia tónica en la pronunciación de las palabras “él” y “el”. Otros ejemplos serían:
• Te y té: pronombre y sustantivo.
¿Te puedo ofrecer una taza de té?
• Tu y tú: adjetivo posesivo y pronombre personal.
Tú me dijiste que este era tu libro.
• Más y mas: adverbio y conjunción adversativa.
Pedí más comida, mas nadie quiso servirla.
• Él y el: pronombre personal y artículo.
Él nunca me dijo sus motivos.
Enfático
Esta tilde se desprende del acento diacrítico porque se base en la entonación diferente de dos palabras que poseen la misma forma. El acento enfático es más evidente debido a que se emplea en preguntas y expresiones de admiración. Por ejemplo:
¿Cómo llegaste a la escuela? De la misma forma como me vine.
Se tildan las formas que requieren mayor entonación, en el caso de la palabra “como” se usa la tilde cuando se trata de exclamaciones o preguntas.
¡Qué bien te ves! ¿Qué hiciste? ¿Ya podrías decirme eso que te pregunté?
Al igual que en el caso anterior, tenemos el “qué” que indica preguntas y exclamaciones y el “que” que se emplea como nexo especialmente en oraciones subordinadas.
Imagina cuán ilusionado estaba el pequeño al ver su regalo.
Este ejemplo es ligeramente diferente a los anteriores debido a que no contiene una exclamación o interrogación directa, sino una indirecta. Bien podríamos cambiarlo por una pregunta directa como: ¿imaginas cuán ilusionado estaba el pequeño al ver su regalo?
Enclítico: este acento también se desprende de los demostrativos debido a la entonación, sin embargo, se centra en el uso de pronombres personales del tipo me, te, lo, los, la, las… Si bien, hay una distinción en el nombre, lo correcto es acentuar estas palabras de acuerdo con las clásicas reglas de acentuación. Cabe mencionar que cuando el pronombre va antes del verbo se le conoce como proclítico: me debes mirar, lo debes conocer; en cambio, cuando el pronombre se coloca después del verbo también se fusiona en una misma palabra con este: mírame, conócelo. Este tipo de acentos son llamados enclíticos debido al tipo de pronombres que generan su empleo.
Otros ejemplos serían: pídeme, métete, entrégaselo, cómetelo.
Ruptura
Este acento marca la ruptura prosódica de las sílabas de una palabra. En otras palabras, este acento nos permite ver los hiatos que existen en una palabra escrita y distinguirlos de los diptongos. En los siguientes ejemplos podemos ver secuencias vocálicas iguales que se distinguen únicamente por su pronunciación:
María, sandía, pedía vs ortopedia, comedia, diamante.
La secuencia vocálica es “ia” sin embargo, las marcadas como “ía” presentan ruptura silábica:
Ma-rí-a/ san-dí-a/ pe-dí-a; or-to-pe-dia/ co-me-dia/ dia-man-te.
Otros ejemplos de palabras con acento de ruptura silábica:
Aéreo, grúa, fía, aúlla, ahínco, oíamos, púas.
Otra razón por la que es necesario este tipo de acento es que, al momento de leer una palabra desconocida, podemos conocer su correcta pronunciación. Por ejemplo, si yo viera de forma escrita la palabra inventada coropías, gracias a la tilde podré saber que no se lee como “coropias” co, rO, pias, sino como co, ro, pÍ, as.
Usualmente, se dice que este acento rompe los diptongos, sin embargo, esta afirmación es incorrecta puesto que nunca existió un diptongo, sino un hiato y la tilde simplemente nos permite ver esa ruptura de forma gráfica en la escritura.