La profesionalización es el proceso mediante el cual se desarrollan capacidades para que una determinada actividad sea pasible de generar beneficios dentro de una economía de mercado. La profesionalización por lo común atañe a todas aquellas actividades que por sí mismas no implican la generación e flujos de caja positivos y luego de un proceso de mejora, de desarrollo de aptitudes, comienza a generar réditos. La profesionalización en una sociedad se expresa en la división social del trabajo, circunstancia que referencia al hecho que cada individuo se enfoca en la realización de tareas para las cuales está mejor capacitado.
Para dar cuenta de los orígenes de una sociedad con división social de trabajo debemos retrotraernos a los finales de la edad de piedra, cuando el hombre aprende a cultivar la tierra y a criar ganado. Este evento significó un gran avance puesto que implicó que la humanidad ya no estaba sometida a las variaciones de los elementos; antes de eso el hombre tenía un comportamiento cazador y recolector. Con este cambio, las poblaciones comenzaron a tener excedente y muchos individuos comenzaron a dedicarse a tareas distintas a la adquisición de alimentos, se especializaron en tareas como la metalurgia o las artesanías; en otras palabras, se profesionalizaron.
En la actualidad cuando se hace referencia a la profesionalización se alude al desarrollo de competencias en las que una determinada actividad genere una cuota de valor significativo. Por ejemplo, existe una gran distancia en jugar un deporte por placer y ganarse la vida con ello. En estas circunstancias, la profesionalización estriba en una integración social gracias justamente a esta actividad que para otros puede ser trivial u ociosa. Muchas de las tareas que actualmente damos por sentado tienen su contrapartida en aplicaciones de la misma con altísima eficiencia y posibilidad de generación de beneficios.
Una buena recomendación a cualquier individuo que tenga algún hobby es la búsqueda de su variante en un mundo profesional. Este tipo de circunstancia generará la posibilidad de trabajar frecuentemente en aquello que despierta pasión y entusiasmo. En el caso de que su exacta aplicación careza de existencia, puede elegirse alguna tarea concomitante, o desarrollar incluso un proyecto propio. Este tipo de actitudes son harto valiosas en la medida en que implican una mayor posibilidad de éxito y de satisfacción con la tarea realizada, satisfacción que generará motivación en momentos de incertidumbre; en otras palabras, se trata de profesionalizar nuestros gustos y aptitudes naturales.